Por tu seguridad, tu comodidad e incluso por tu salud, con solo un clic, ahora puedes controlar el ambiente de tu hogar. Si la domótica ha facilitado la vida cotidiana de millones de personas, también ha trastocado un concepto bastante sagrado: el de la vida privada. Como habrás podido comprobar, en cuanto utilizamos un servicio digital, le ofrecemos nuestros datos personales en bandeja. ¡Imagínese toda la información que ponemos a disposición instalando objetos conectados en nuestros hogares, lo más cerca posible de nuestra privacidad!
¿No hay tiempo para leer? Descubra esta noticia en formato de audio en nuestro podcast Vitamine Tech, presentado por Adèle Ndjaki. © Futura
Finalmente, ¿todavía tenemos una vida privada? Porque siguen apareciendo gadgets cada vez más intrusivos destinados a mejorar nuestra vida diaria. Recientemente, podemos incluso citar el ejemplo de Throne, una inteligencia artificial que analiza los excrementos y la orina mediante una cámara colocada en la taza del inodoro. Asombroso ! El dispositivo promete detectar problemas de salud como falta de hidratación, trastornos intestinales o enfermedades crónicas como la enfermedad de Crohn. colitiscolitis Úlcera o síndrome del intestino irritable.
Por el momento, Throne está en fase de prototipo y su instalación en casa costaría unos 460 euros. Esta inteligencia artificial diseñada por médicos tiene la misma misión que todos los objetos conectados de un hogar: ofrecer una experiencia lo más personalizada posible. Y como siempre, hay cosas buenas y malas, porque si Throne logra informar a sus usuarios sobre su salud, la IA también puede recopilar muchos otros datos al mismo tiempo, ya que este servicio está conectado a un teléfono inteligente, lo que está conectado a una multitud de objetos de la casa. Además, la cámara colocada en el baño puede proporcionar amplia información sobre tus horarios, tus hábitos, tu estilo de vida… Datos que hoy valen oro y que pueden, por ejemplo, ayudar a Throne a darte consejos nutricionales personalizados o, en caso de de una fuga, ser utilizado por personas con malas intenciones.
¿Trono en Francia?
Está claro que las cámaras caben en todos los rincones, incluso en los más inusuales. Si por el momento Throne sólo está disponible en Estados Unidos, ¿podría tener posibilidades de exportarse a Francia? Bueno, no es imposible. Si según la CNIL está prohibido instalar cámaras en lugares públicos y en establecimientos privados dentro de los probadores y en los baños, en lo que respecta al ámbito privado, la normativa es más flexible. De hecho, la legislación sobre propiedad le permite filmar dentro de su casa con la única condición de no infringir la privacidad de las personas filmadas.
La CNIL informa que, para ello, es imperativo advertir a todas las personas de la existencia de cámaras, así como de la finalidad de su presencia, en el caso de que el dispositivo se utilice fuera de un contexto estrictamente privado (cuando se utiliza una empresa externa, por ejemplo). ejemplo). Según la definición del RGPD, los datos personales son “cualquier información relativa a una persona físicofísico identificado o identificable”, sabiendo que una persona puede ser identificada directamente (por su nombre y apellido) o indirectamente, por una fotografía por ejemplo.
Un Roomba graba a su dueño en el baño, y no es el único
La empresa detrás de Thorne dice que no fotografía a personas, sólo el contenido de su inodoro. Según su página de “privacidad y seguridad”, la cámara apuntaría al cuenco. La start-up subraya incluso que cualquier dato que no sea relevante para su misión podría comprometer su capacidad de proporcionar información precisa sobre la salud de sus usuarios. En otras palabras, tu imagen, según ellos, no tendría ningún interés en ser capturada, sino todo lo contrario. Throne, según sus diseñadores, utilizaría tecnología de reconocimiento facial que le permitiría eliminar automáticamente todas las imágenes irrelevantes.
De hecho, sólo se conservarían los datos relativos a los aseos. Datos que serían cifrados por TLSTLS 1.2, o superior, en servidoresservidores de la empresa. Además, para tranquilizar a sus clientes, la start-up estadounidense se compromete a tratar sus datos de forma honesta y transparenciatransparencia y se compromete a transmitir o eliminar las imágenes recogidas a petición de sus usuarios. En última instancia, incluso si las organizaciones hacen lo mejor que pueden para mantener nuestra privacidad, protegerla se vuelve cada vez más difícil.