La perra detrás de dogecoin preciada por Elon Musk está muerta

La perra detrás de dogecoin preciada por Elon Musk está muerta
La perra detrás de dogecoin preciada por Elon Musk está muerta
-

Kabosu, un perro de la raza japonesa Shiba Inu cuya foto se convirtió en un famoso “meme” en Internet y que inspiró el logo de la criptomoneda dogecoin, popular entre Elon Musk, murió el viernes en Japón, anunció su dueño. “Murió tranquilamente, como si durmiera, mientras yo la acariciaba”, dijo Atsuko Sato en su blog, agradeciendo a los fans de su perro en todo el mundo.

“Creo que Kabo-chan era el perro más feliz del mundo. Y yo era la dueña de un perro más feliz, añadió, utilizando un sufijo cariñoso, la señora Sato, que vive en el departamento de Chiba, un gran suburbio de Tokio.

Todo empezó en 2010 cuando publicó en su blog una foto de su perro, sentado en un sofá, con aspecto travieso y con las patas delanteras cruzadas. Este cliché inocente generó un fenómeno masivo en Internet: el “meme” “Doge” (el nombre sin duda deriva de la palabra “dog” que significa perro en inglés), donde innumerables usuarios de Internet secuestraron su imagen o la de otros shiba inu para hacer bromas poco convencionales sobre foros en línea como Reddit.

Con el mismo espíritu escolar, en 2013 se creó una criptomoneda llamada dogecoin. Esta a su vez se hizo muy popular, especialmente después de que el caprichoso multiempresario Elon Musk hiciera pública su pasión por ella. Individualmente, dogecoin vale muy poco (alrededor de 16 céntimos), pero como esta criptomoneda es abundante, su capitalización total pesa alrededor de 23 mil millones de dólares.

“El Dux es el perro más popular de la era moderna”, es “la Mona Lisa de Internet”, declaró recientemente a la AFP uno de los seguidores incondicionales del fenómeno. Dado que Kabosu había sido adoptada en un refugio, su edad exacta era un misterio. La señora Sato, que concedió una entrevista a la AFP hace unas semanas, cree que tenía unos 18 años.

-

PREV Tu historial de navegación pronto será monitoreado por una IA.
NEXT Prueba Marshall Minor IV: nuestra opinión completa –