Después de años de inversiones y miles de millones de dólares gastados, Mark Zuckerberg finalmente pudo levantar el velo de su proyecto Orion, su primer prototipo de gafas de realidad aumentada. Una tecnología que, espera el jefe de Meta, algún día podría sustituir a los teléfonos inteligentes. Aún queda un largo camino por recorrer: serán necesarios al menos tres años para llegar a un modelo de gran consumo que sea lo suficientemente cómodo para ser usado todos los días y que pueda ofrecerse a un precio razonable. Esta primera presentación es, sin embargo, importante para la empresa matriz de Facebook. No sólo pretende justificar, ante Wall Street, sus enormes inversiones. Pero también para despertar el interés de los desarrolladores, mientras que los primeros intentos de democratizar la realidad aumentada no fueron muy concluyentes.
Avances en hardware – El prototipo es probablemente el más avanzado jamás presentado. Ciertamente, las demostraciones no son muy originales: superponiendo elementos sobre el mundo real, es posible ver vídeos, consultar mensajes o incluso jugar. Pero las verdaderas innovaciones se encuentran en el hardware. Las gafas Orion tienen un diseño bastante parecido a un par clásico, con un peso de 98 gramos. Están equipados con lentes de carburo de silicio, que proporcionan un campo de visión inigualable. El prototipo también integra siete cámaras, incluidas dos encargadas de seguir el movimiento de los ojos, que sirven como cursor. También viene con una pulsera neuronal que captura señales eléctricas de los músculos del antebrazo. Esto permite al usuario controlar la interfaz con los dedos.
10.000 dólares – Estos avances tienen un precio: según el borde, producir cada par costaría alrededor de 10.000 dólares. “Probablemente incluso más” confía un ex director de Reality Labs, la división responsable del proyecto. Este precio se explica en gran medida por las gafas, que son muy difíciles de fabricar. Inicialmente, la empresa esperaba una industrialización del proceso de producción, lo que habría permitido reducir los costes. Pero este desarrollo no se materializó. Por lo tanto, el próximo desafío de Meta será reducir significativamente la factura para poder ofrecer un modelo comercial vendido al precio de un ordenador de gama alta. Este desafío será aún más complicado de completar ya que también tendrá que ir acompañado de un diseño más fino y ligero. Y también mejor resolución y mayor brillo.
¿Qué usos? – Dado el coste del primer prototipo –y su deseo de ahorrar dinero– Meta decidió no comercializarlo. Sólo se deberían hacer mil copias. Se pondrán a disposición de los empleados, así como de “audiencias externas”. La empresa Menlo Park se cuida de no comunicar oficialmente una fecha para el lanzamiento comercial. Un documento interno, obtenido el año pasado por El bordemencionó la disponibilidad en 2027. Para tener éxito en la realidad aumentada, Meta tendrá que demostrar la propuesta de valor de la tecnología. Más allá del efecto curiosidad, será necesario crear casos de uso reales que puedan justificar la compra por parte del público en general. Y poder así crear una base de usuarios lo suficientemente grande como para atraer a los desarrolladores de aplicaciones.
Para ir más lejos:
– Apple reduce sus objetivos de ventas de Vision Pro
– El increíble regreso de Magic Leap que lanza gafas de realidad aumentada