El telescopio espacial europeo Gaia descubre un agujero negro atípico en la Vía Láctea

El telescopio espacial europeo Gaia descubre un agujero negro atípico en la Vía Láctea
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“Una estrella que giraba en torno a una compañera invisible”

Fue “por casualidad” que se descubriera Gaia BH3, afirma Pasquale Panuzzo, investigador del CNRS en el Observatorio París-PSL, autor principal del trabajo publicado en Cartas de Astronomía y Astrofísica. Los científicos del consorcio Gaia estaban recopilando los últimos datos de la sonda, con vistas a publicar el próximo catálogo en 2025, cuando encontraron un particular sistema estelar binario.

“Hemos visto una estrella un poco más pequeña que el Sol (alrededor del 75% de su masa) y más brillante, que gira alrededor de una compañera invisible”, identificable por las perturbaciones que le provoca, afirma Pasquale Panuzzo, responsable del departamento de espectroscopía. Procesamiento de Gaia.

Una primicia en astronomía

El telescopio espacial proporciona la posición muy precisa de las estrellas en el cielo, por lo que los astrónomos pudieron caracterizar las órbitas y medir la masa de la compañera invisible de la estrella: 33 veces la del Sol. Otras observaciones realizadas con telescopios terrestres confirmaron que se trataba efectivamente de un agujero negro, con una masa mucho mayor que la de los agujeros negros de origen estelar ya conocidos en la Vía Láctea: entre 10 y 20 masas solares.

Estos gigantes ya han sido detectados en galaxias distantes, mediante ondas gravitacionales. Pero “nunca en el nuestro”, afirma el doctor Panuzzo.

Una estrella compañera de 12 mil millones de años

Gaia BH3 es un agujero negro “inactivo”: está demasiado lejos de su estrella compañera para extraer su materia y, por tanto, no emite radiación de rayos X, lo que dificulta extremadamente su detección. El telescopio Gaia logró encontrar los dos primeros agujeros negros inactivos (Gaia BH1 y Gaia BH2) en la Vía Láctea, pero tienen masas estándar.

A diferencia del Sol, la pequeña estrella del sistema binario BH3 es “muy pobre en elementos más pesados ​​que el hidrógeno y el helio”, explica el Observatorio de París en un comunicado de prensa. “Según la teoría, sólo estas estrellas pobres en metales pueden formar un agujero negro tan masivo”, señala el Dr. Panuzzo. Por tanto, el estudio sugiere que el “progenitor” del agujero negro fue una estrella masiva y también pobre en metales.

La estrella del sistema, de 12 mil millones de años, “envejece muy lentamente”, mientras que la que formó el agujero negro “sólo vivió 3 millones de años”, describe. “Estas estrellas pobres en metales estaban muy presentes en los primeros días de la galaxia. Su estudio nos da información sobre su formación”, añade el científico.

En dirección opuesta a las otras estrellas.

Otra curiosidad de la pareja estelar: en el disco de la Vía Láctea gira en dirección opuesta a las demás estrellas. “Tal vez porque el agujero negro se habría formado en otra galaxia más pequeña, que habría sido devorada al inicio de la vida de la Vía Láctea”, sugiere.

La sonda Gaia de la ESA (Agencia Espacial Europea), que opera a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra desde hace 10 años, entregó en 2022 un mapa en 3D de las posiciones y movimientos de más de 1,8 mil millones de estrellas.

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