Dos adolescentes fueron hospitalizados después de ser rociados con una “sustancia” que se cree que es ácido afuera de una escuela del oeste de Londres, un ataque en el que también resultó herido un miembro del personal, dijo la policía el martes.
El incidente ocurrió el lunes por la tarde. La policía fue alertada por un empleado de esta escuela secundaria que informó que se había arrojado una “sustancia” “sobre los estudiantes y un miembro del personal”.
Una niña de 14 años sufrió lesiones “potencialmente irreversibles” y permanece hospitalizada, al igual que un niño de 16 años, cuyas heridas son menos graves. La tercera víctima, una mujer de 27 años, abandonó el hospital.
“Se están realizando pruebas” para determinar la sustancia utilizada, pero “en este momento los investigadores creen que se trata de ácido”, dijo la policía, añadiendo que estaban buscando a los responsables.
Según la directora de la escuela, Numera Anwar, el incidente ocurrió afuera “después del horario escolar, cuando los estudiantes y el personal abandonan el edificio”.
Una de las víctimas es estudiante, otra maestra y la tercera no tiene conexión directa con la escuela, dijo, sin dar más detalles.
Dos agentes de policía también fueron trasladados “preventivamente” al hospital, tras informar que no se sentían bien.
En su página web, la Academia de Westminster, un establecimiento privado pero financiado con fondos públicos, indica que estará cerrada el martes.
“Este es un momento difícil para nuestra comunidad”, afirmó el director, mientras que el presidente del consejo local, Adam Hug, habló de un “ataque profundamente impactante”.
Según cifras oficiales, en 2022 se registraron 710 ataques con sustancias corrosivas en Inglaterra y Gales. Alcanzaron un máximo en 2017 (949), lo que llevó a las autoridades a reforzar los controles sobre la venta y posesión de estas sustancias.
La organización Acid Survivors Trust International, que lucha contra los ataques con ácido, señala un aumento de los casos dirigidos a mujeres.
En febrero, una mujer y sus dos hijas fueron rociadas con una “sustancia corrosiva” en el sur de Londres. El presunto agresor huyó y su cuerpo fue encontrado varios días después en el Támesis.
