Las enfermedades cardíacas y la cardiopatía isquémica, causadas por un suministro insuficiente de sangre y oxígeno al corazón, son la principal causa de muerte en todo el mundo. Comprender cómo regular y mejorar el flujo sanguíneo al corazón es esencial para mejorar los resultados de los pacientes y contrarrestar esta mortalidad.
Conocemos muy bien las cetonas, estos compuestos que se forman en el organismo, en el caso del ayuno intermitente, por ejemplo.cuando el cuerpo comienza a quemar grasas en lugar de carbohidratos para generar energía. Este equipo del Instituto Masónico de Investigación Médica (MMRI, Nueva York) revela efectos notables de las cetonas en la salud del corazón.
El autor principal, el Dr. Matthew Nystoriak, profesor de investigación biomédica y medicina traslacional en MMRI, demuestra, con un equipo, cómo un cuerpo cetónico llamado β-hidroxibutirato (3-OHB), producido por el hígado durante la descomposición de las grasas, optimiza el flujo sanguíneo al corazón.
Los niveles altos de 3-OHB mejoran el flujo sanguíneo cardíaco
Este cuerpo cetónico, 3-OHB ve sus niveles aumentar durante el ayuno, el ejercicio o con ciertos medicamentos para la diabetes como los inhibidores de SGLT2. Aunque las cetonas se han asociado durante mucho tiempo con la salud del corazón, este efecto no ha sido claro.
el estudio revela que:
- las células del músculo cardíaco que utilizan 3-OHB como fuente de energía promueven un mejor flujo sanguíneo, un proceso conocido como hiperemia;
- La capacidad del corazón para cambiar entre fuentes de energía, como grasas, azúcares y cetonas, desempeña un papel crucial en el mantenimiento del suministro de sangre y oxígeno.
¿Una nueva estrategia terapéutica? “Estos resultados sugieren que la entrega de cuerpos cetónicos al corazón puede representar una estrategia prometedora para mejorar la entrega de oxígeno en pacientes con cardiopatía isquémica. En términos más generales, nuestra investigación destaca el potencial de los enfoques cetogénicos, como cambios en el estilo de vida o terapias dirigidas, para mejorar la salud cardiovascular”.
En resumen, Estos datos abren la nueva vía terapéutica de las cetonas, que podría transformar la atención de los pacientes que padecen cardiopatía isquémica.