LO ESENCIAL
- Las dietas ricas en grasas saturadas y carbohidratos procesados aumentan el riesgo de demencia en un 84% en comparación con las dietas antiinflamatorias, ricas en fibra y omega-3.
- Las dietas proinflamatorias pueden empeorar la inflamación cerebral y promover la formación de placas amiloides, un marcador de la enfermedad de Alzheimer.
- Aunque es observacional, esta investigación destaca la importancia de dietas como la mediterránea para reducir la inflamación y proteger la salud cognitiva.
Dado que se espera que la prevalencia de la demencia alcance los 152 millones de casos para 2050, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los investigadores están explorando factores del estilo de vida, como la dieta, más que nunca para reducir los riesgos. Un nuevo estudio revela que los alimentos proinflamatorios podrían desempeñar un papel crucial en el desarrollo de la demencia y, en particular, de la enfermedad de Alzheimer.
Un vínculo comprobado entre la dieta y la salud cognitiva
Como parte de su trabajo, publicado en la revista Alzheimer y demenciacientíficos del Instituto Glenn Biggs para el Alzheimer y las Enfermedades Neurodegenerativas (Estados Unidos), entre otros institutos, siguieron durante 13 años a casi 1.500 participantes de 60 años o más, inicialmente libres de demencia. Los datos dietéticos, recopilados mediante cuestionarios, permitieron calcular sus puntuaciones en la escala del índice inflamatorio alimentario (IIA). Al final de la investigación, 246 participantes desarrollaron demencia, incluidos 187 la enfermedad de Alzheimer.
Como recordatorio, el IIA mide el potencial inflamatorio de una dieta evaluando sus nutrientes y componentes alimentarios. Los elementos proinflamatorios incluyen grasas saturadas, carbohidratos procesados y una ingesta excesiva de calorías. Por el contrario, los elementos antiinflamatorios incluyen fibra, vitaminas, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Como resultado, parece que las puntuaciones altas en la escala IIA aumentan significativamente el riesgo de demencia y Alzheimer. “Esto refleja una dieta que promueve la inflamación sistémica, conocida por contribuir a la neurodegeneración”resumen los investigadores en un comunicado de prensa. En detalle, cada aumento de una unidad en la puntuación IIA aumenta el riesgo de demencia en un 21% y el de Alzheimer en un 20%. Las personas con una dieta fuertemente proinflamatoria tenían un 84% más de probabilidades de desarrollar demencia que aquellas con una dieta antiinflamatoria.
Los beneficios de las dietas antiinflamatorias sobre la cognición
La inflamación sistémica es un factor clave de las enfermedades neurodegenerativas. Según los autores del estudio, las dietas proinflamatorias podrían empeorar la inflamación cerebral y promover la formación de placas amiloides, un marcador de la enfermedad de Alzheimer. Por el contrario, los nutrientes antiinflamatorios, como los ácidos grasos omega-3 y los flavonoides, pueden contrarrestar estos efectos al reducir la producción de citocinas y favorecer la salud del cerebro.
Aunque el estudio es observacional y no puede establecer un vínculo causal directo, sus resultados refuerzan la importancia de la dieta en la prevención de la demencia. Ya se ha demostrado que dietas como la mediterránea o la MIND, rica en alimentos antiinflamatorios y antioxidantes, frenan el deterioro cognitivo.