Inhala profundamente, exhala lentamente. Este gesto, tan instintivo, bien podría ser la clave de una revolución terapéutica. Los investigadores están descubriendo gradualmente cómo nuestra respiración influye directamente en nuestras emociones, allanando el camino para tratamientos innovadores contraansiedad.
Durante milenios, prácticas como el yoga o la meditación han puesto de relieve el poder calmante de la respiración lenta. Pero este vínculo entre la respiración y la calma, aunque obvio para muchos, seguía sin explicarse en gran medida a nivel neurológico. Un avance científico reciente finalmente proporciona respuestas, al vincular los patrones de respiración con el funcionamiento preciso del sistema nervioso central. cerebro.
En el centro de este descubrimiento se encuentra un circuito cerebral que conecta la corteza cingulada anterior, sede de muchas funciones cognitivas, con el tronco del encéfalo, donde tiene lugar la regulación. automático de la respiración. Al observar ratónlos investigadores han destacado cómo este vínculo permite sincronizar la respiración con diversos estados emocionales, ya sea una tranquilidad redescubierta o una estrés creciente.
Los experimentos, publicados en Neurociencia de la naturalezamuestran que cuando se activa este circuito, los ratones ralentizan su respiración y adoptan un comportamiento tranquilo, incluso ante situaciones que les provocan ansiedad. Este mecanismo actúa frenando laactividad de la médula espinalel principal conductor de los ritmos respiratorios automáticos.
Para aislar este proceso, el equipo utilizó la optogenética, una técnica que manipula la actividad neuronal con gran precisión utilizando la luz. Al activar o inhibir este circuito, los investigadores pudieron influir directamente en los comportamientos respiratorios y emocionales de los animales. Los resultados demuestran una reducción significativa de la ansiedad cuando se estimula el circuito.
El objetivo de los investigadores va más allá del estudio de ratones. Están considerando aplicaciones concretas para los humanos. Tal dominio de los mecanismos respiratorios podría conducir a tratamientos destinados a prevenir la hiperventilación o aliviar los trastornos de estrés postraumático.
Uno de los autores principales, Sung Han, ve este avance como una oportunidad única para integrar los beneficios de la respiración consciente en las terapias farmacológicas. El concepto de “píldora de yoga”, como él la llama, parece prometedor. Según él, podría inducir un estado de calma similar al de una sesión de meditación.
Este descubrimiento no se limita a ralentizar la respiración. También abre la puerta a una mejor comprensión de los vínculos entre nuestras emociones y nuestras funciones vitales. Los investigadores continúan explorando este circuito, buscando identificar otras áreas del cerebro responsables de los ritmos rápidos, también influenciados por nuestras emociones.
Algún día, este tipo de investigación podría revolucionar la forma en que tratamos el estrés y la ansiedad, no sólo al comprender mejor su origen, sino al actuar directamente sobre sus mecanismos neuronales.
¿Qué es la optogenética?
La optogenética es una técnica utilizada en neurociencia para controlar la actividad de las neuronas mediante la luz. Se basa en el uso de proteínas fotosensibles, como la canalrodopsina, insertadas en las células neuronales mediante vectores virales.
En respuesta a la luz de una determinada longitud de onda, estas proteínas activan o inhiben las neuronas, lo que permite analizar en tiempo real su papel en los circuitos cerebrales. A diferencia de los métodos químicos o eléctricos, la optogenética ofrece una precisión excepcional.
De este modo, los investigadores pueden estudiar el vínculo entre grupos específicos de neuronas y comportamientos, emociones o funciones corporales, allanando el camino para tratamientos específicos para trastornos como la ansiedad o la epilepsia.