La mayoría de la gente almuerza con prisa. “Durante mis consultas, a menudo escucho a los profesionales decir que no tienen tiempo para comer adecuadamente”, dice Nadia Leuenberger, nutricionista de Zúrich, Suiza. Este es, según ella, uno de los tres errores clásicos.
Entre dos reuniones nos gusta comer sobre la marcha, delante del ordenador. El resultado: “Por la tarde nos damos cuenta rápidamente de que el bocadillo que hemos comido no es suficiente y compensamos la falta empezando a mordisquear dulces”, explica Nadia Leuenberger.
De hecho, lo ideal sería hacer una pausa de al menos 30 minutos al mediodía y abandonar tu puesto de trabajo. Comer sobre la marcha o saltarse el almuerzo por completo conduce inevitablemente a los antojos.
Éstos, la mayoría de las veces, se satisfacen con alimentos ricos en azúcar o calorías o en cantidades excesivas. Si el bocadillo es, a pesar de todo, imprescindible, la elección del pan puede marcar la diferencia. De hecho, el pan integral con nueces y semillas contiene fibra y llena más con el tiempo.
Una persona que come sola frente a su computadora tiende a devorar su comida. La nutricionista aconseja, en cambio, “siéntate y tómate tu tiempo para comer”. Debemos percibir el sabor y la consistencia de los alimentos”, afirma.
Comer una comida colectiva juega un papel esencial. De ahí la importancia de cuidar tus relaciones. “Comer en grupo proporciona más placer y libera dopamina y serotonina que son las hormonas de la felicidad”, afirma el especialista. Esto le permite abastecerse de energía. Una buena masticación también contribuye a la sensación de saciedad.
Aquellos cuyo objetivo es saciar el hambre lo más rápido posible suelen optar por una gran ración de pasta o arroz. Pero al igual que ocurre con el sándwich, la regla es la siguiente: los carbohidratos de cadena corta no tienen un efecto saciante con el tiempo y tienen un impacto negativo en los niveles de azúcar en sangre.
Nadia Leuenberger aconseja incorporar tres ingredientes a la composición del almuerzo: verduras, proteínas y carbohidratos. También en este caso conviene favorecer los alimentos a base de cereales integrales para conseguir un efecto de saciedad más duradero.
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