Calor severo: estos síntomas aparentemente banales que pueden revelar un problema de salud mucho más grave

Calor severo: estos síntomas aparentemente banales que pueden revelar un problema de salud mucho más grave
Calor severo: estos síntomas aparentemente banales que pueden revelar un problema de salud mucho más grave
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Sudar profusamente, sentir un cansancio inusual, sentir náuseas… Muchas veces asociamos estas molestias con el calor del verano y no nos preocupamos demasiado por ello.explicar El espejo. Sin embargo, estos signos pueden ser señal de un trastorno no reconocido: ansiedad de verano.

Si bien el trastorno afectivo estacional (TAE) que ocurre en invierno es bien conocido, la ansiedad en verano está menos documentada.
Sin embargo, muchas personas la padecen y se encuentran impotentes ante un inexplicable aumento de ansiedad durante los días soleados.. Afortunadamente, existen soluciones para disfrutar plenamente del verano sin dejarnos agobiar por el estrés.

¿Qué es la ansiedad de verano?

La ansiedad de verano, también llamada SAD de verano o trastorno afectivo estacional inverso, se caracteriza por un aumento del estrés, la preocupación y la inquietud durante los meses más cálidos. Estas sensaciones pueden provocar síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar o manos sudorosas.. A nivel mental observamos un aumento de pensamientos ansiosos y ataques repentinos de ansiedad.

Varios factores pueden explicar la aparición de la ansiedad estival. El primero de ellos es el aumento repentino de las temperaturas.. De hecho, el calor favorece la producción de cortisol, la hormona del estrés, que puede amplificar la sensación de ansiedad.

¿Cuáles son los desencadenantes de la ansiedad veraniega?

La llegada del verano suele ir acompañada de un cambio radical en nuestra vida cotidiana. Los días más largos pueden alterar el sueño, un factor importante en el manejo del estrés. La presión social derivada de las obligaciones sociales y las invitaciones a barbacoas con amigos también pueden exacerbar la ansiedad en personas introvertidas o ya sufre de una forma de ansiedad social.

A esto se suma el miedo a perderse algo, más comúnmente llamado “FOMO” (Fear Of Missing Out). Al ver la avalancha de fotos de vacaciones idílicas y veladas salvajes en las redes sociales, podemos sentirnos excluidos y tener la impresión de perdernos momentos inolvidables. Este sentimiento de discrepancia con respecto a una imagen fantaseada del verano ideal puede ser fuente de gran ansiedad. Por último, el verano suele ser sinónimo de vacaciones. Sin embargo, organizar un viaje, gestionar el presupuesto y la presión de pasar momentos inolvidables en familia puede resultar estresante. El mandato de aprovechar al máximo este período y convertirlo en un recuerdo inolvidable puede, paradójicamente, generar estrés y ansiedad..

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