ASCO 2024 – Detección temprana de signos de depresión poscáncer – Asociación RoseUp

ASCO 2024 – Detección temprana de signos de depresión poscáncer – Asociación RoseUp
ASCO 2024 – Detección temprana de signos de depresión poscáncer – Asociación RoseUp
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Identificar a las mujeres con probabilidades de desarrollar depresión después del cáncer de mama, tan pronto como son diagnosticadas, fue el objetivo del trabajo presentado este año en el Congreso Internacional del Cáncer de la ASCO por el Dr. Antonio Di Meglio. Él los descifra por nosotros.

Dificultad para encontrar su lugar en la sociedad, volver a un puesto dentro de una empresa, hacer planes, etc. La depresión poscáncer tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas que la padecen, principalmente las mujeres.

El Dr. Antonio Di Meglio, oncólogo médico del Gustave Roussy e investigador del equipo “After Cancer”, analizó los factores asociados a la persistencia a largo plazo de los síntomas depresivos. Para ello, analizó su evolución en más de 9.000 mujeres afectadas por cáncer de mama en fase temprana, desde el diagnóstico hasta 6 años después del tratamiento.

¿Por qué se interesó por las mujeres afectadas por el cáncer de mama en una fase temprana?

Dr. Di Meglio : En primer lugar porque es el cáncer más común en las mujeres y las posibilidades de curación son altas cuando se diagnostica a tiempo. Por ello es importante preocuparse por su calidad de vida, durante y después de la enfermedad.

Pero también porque, gracias a la cohorte CANTO (ver recuadro), tenemos una evaluación de sus síntomas a lo largo del tiempo, particularmente los depresivos.

¿Cómo se evalúan los síntomas depresivos?

Las mujeres responden a cuestionarios para autoevaluar sus sensaciones sobre el disfrute de la vida, sus perspectivas de futuro, etc. Este no es un diagnóstico real pero nos da una indicación del estado psicológico de la paciente.

¿Qué observaste?

Hemos identificado 4 trayectorias de depresión.

Algunas mujeres nunca experimentarán síntomas depresivos, ya sea antes, durante o después del tratamiento. Esta es la mayoría de los casos: 68%.

Otros se presentan en el momento del diagnóstico y, o bien persisten, en el 7% de los casos; o disminuyen, también en el 7% de los casos.

Finalmente, en alrededor del 20% de los casos, o en una de cada 5 mujeres, los síntomas aparecen tras el diagnóstico y empeoran durante la fase de tratamiento. En particular, se observó un pico entre 3 y 6 meses después de los tratamientos primarios, como cirugía, quimioterapia o radioterapia. Estos síntomas pueden persistir durante al menos 6 años después del diagnóstico.

¿Ha identificado algún punto en común entre estas mujeres?

Descubrimos que las mujeres con mayor riesgo de desarrollar síntomas depresivos después de su cáncer son las mujeres mayores, las que tienen un índice de masa corporal alto (un indicador de sobrepeso u obesidad) o un nivel socioeconómico débil.

Este también es el caso de mujeres con antecedentes de trastornos psiquiátricos o que, en el momento del diagnóstico, refieren fatiga, ansiedad, insomnio, trastornos cognitivos o trastornos de la imagen corporal.

¿Qué lecciones podemos aprender de este estudio para mejorar la atención de estos pacientes?

Nuestro estudio demuestra que, desde el momento del diagnóstico, es importante no descuidar los síntomas depresivos y no centrarse únicamente en los tratamientos. De esta forma podremos detectar precozmente a las mujeres con mayor riesgo de desarrollar depresión y ofrecerles intervenciones personalizadas y adaptadas.

Como qué por ejemplo ?

Estas pueden implicar intervenciones enfocadas a mejorar el estilo de vida: evitar el aumento de peso, aumentar la actividad física, etc.

También puede implicar apoyo psicológico. Nuestro estudio permitió caracterizar diferentes ámbitos de la vida en los que el cáncer repercute: relaciones personales, vida profesional, etc. Por lo tanto, pudimos implementar evaluaciones psicológicas más detalladas para adaptar el trabajo psicológico a los ámbitos más afectados.

Nuestro estudio, que es puramente observacional, no demuestra que actuando sobre estos factores seamos capaces de reducir los riesgos de desarrollar síntomas depresivos, pero sí proporciona vías para probar intervenciones que probablemente cambien la trayectoria de la depresión.

LA COHORTE DE CANTO

La cohorte CANTO es la denominada cohorte prospectiva que sigue el resultado de 12.000 mujeres con cáncer de mama localizado, tratadas en 10 centros oncológicos. Su objetivo es describir las toxicidades y secuelas asociadas a los tratamientos, identificar poblaciones susceptibles de desarrollarlas y adaptar el tratamiento en consecuencia para garantizar una mejor calidad de vida post-cáncer.

Para saber más: Estudio Canto

Doctor en biología, periodista científico y editor en jefe del sitio web de la revista Rose.

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