¿Refuerzos de vacunas para proteger contra futuras variantes?

¿Refuerzos de vacunas para proteger contra futuras variantes?
¿Refuerzos de vacunas para proteger contra futuras variantes?
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Aunque la pandemia de Covid-19 está en declive, el virus SARS-CoV-2, con la aparición regular de sus múltiples variantes, sigue circulando por todo el mundo con un impacto aún significativo en la morbilidad y la mortalidad. Para contrarrestar la aparición de nuevas variantes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una actualización anual de las vacunas contra el Covid, en particular para proteger a las personas en riesgo.

En Francia, a partir de ahora cada primavera, se invita a las personas con mayor riesgo (personas de 80 años o más, residentes en residencias de ancianos, pacientes inmunodeprimidos, etc.) a vacunarse contra la Covid-19. Sin embargo, el entusiasmo por la vacunación es bajo (2% de las personas de 80 años o más en 2023; 1,3% de ellas a 13 de mayo de 2024) [1]. Actualmente se debate la necesidad de un programa de vacunación anual, como en el caso de la gripe, con el riesgo de que la inmunidad conferida por la vacuna de un año pueda interferir con las respuestas inmunitarias de los años siguientes, o incluso reducir la eficacia de las vacunas.

La huella inmune en el Covid-19

La impronta inmune es un fenómeno en el que los contactos antigénicos previos, ya sea relacionados con una infección o una vacunación, influyen en las respuestas a nuevas infecciones o vacunaciones posteriores mediante el desarrollo de células de memoria. Estas nuevas infecciones o revacunaciones reactivan las células de memoria que dan forma a la respuesta inmune posterior.

En el contexto de Covid-19, investigadores de Instituto de Inmunología de La Jollatras estudios publicados en la revista célula huésped y microbio, Había planteado la hipótesis de que la exposición previa a otros coronavirus, en particular los que causan “resfriados”, podría ayudar a crear y fortalecer la inmunidad al SARS-CoV-2. A la espera de esta inmunidad cruzada, los investigadores ya enfatizaban la necesidad de vacunas de refuerzo contra el SARS-CoV-2. [2].

Sin embargo, los efectos de la impronta inmune en las respuestas de anticuerpos séricos después del refuerzo con vacunas contra el SARS-CoV-2 y sus variantes seguían sin estar claros.

Evaluar la eficacia de los refuerzos de vacunas contra nuevas variantes

Un equipo de investigadores virológicos de la Universidad de Washington estudió las respuestas de los anticuerpos séricos después de la administración de una vacuna de ARNm en un modelo animal de ratón y en humanos durante ensayos clínicos. El estudio muestra que la inmunidad previa contra el SARS-CoV-2 no inhibe las respuestas vacunales posteriores, sino que, por el contrario, promueve el desarrollo de anticuerpos neutralizantes. Los principales resultados de este estudio acaban de publicarse en la revista Naturaleza [3].

Para estudiar el papel de la respuesta inmune durante las vacunaciones repetidas contra Covid-19, los investigadores midieron los anticuerpos producidos por (i) ratones y (ii) participantes humanos en ensayos clínicos, después de haber recibido una primera secuencia de vacunas contra el virus original (ARNm). -1273 (vacuna que codifica el pico de Wuhan-1) y las primeras variantes, luego inyecciones de refuerzo contra las variantes de Omicron. Luego se midieron los niveles de anticuerpos neutralizantes específicos de las variantes Omicron original y nueva.

Protección contra futuras variantes y otros coronavirus

En ratones, una dosis única de una versión de la vacuna mRNA-1273 que codifica el pico de Wuhan-1 tuvo poca influencia en las respuestas séricas provocadas por los refuerzos de Omicron. Sin embargo, se observó impronta en ratones que recibieron un refuerzo de Omicron después de dos dosis de preparación de ARNm-1273.

Los humanos que recibieron dos o más dosis del prototipo de vacuna mRNA-1273, hubieran estado infectados previamente o no con SARS-CoV-2, produjeron anticuerpos neutralizantes que reconocen una característica compartida por varias variantes. Tanto en ratones como en humanos, los anticuerpos mostraron una fuerte capacidad para neutralizar un panel de coronavirus: el SARS-CoV-2 original y dos linajes de la variante Omicron, un coronavirus originado en los pangolines, el virus SARS-CoV-1 que causó la Epidemia de SARS de 2002-03, sarbecovirus* más distantes. Sin embargo, no hubo ningún efecto sobre el virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).

Según los autores, esta eficacia estaba relacionada tanto con la inmunidad natural (infecciones por varias variantes) como con los refuerzos de la vacunación. Así, después de un refuerzo de la vacuna dirigida a Omicron, la inmunidad cruzada contra las diferentes especies de coronavirus aumentó considerablemente. Las personas vacunadas varias veces contra el Covid-19 (primero vacunación contra la cepa original, luego refuerzos con vacunas dirigidas a las nuevas variantes), podrían producir una reserva de anticuerpos capaces de neutralizar no solo las diferentes variantes del virus SARS -CoV-2, sino también ciertos coronavirus lejanos, o incluso variantes futuras. Estas vacunaciones sucesivas quizás podrían protegernos contra una futura pandemia provocada por un nuevo coronavirus [4].

Estos hallazgos refuerzan la recomendación de la OMS de revacunar anualmente contra el Covid-19 con una actualización anual de estas vacunas. En Francia, dada la baja cobertura de vacunación obtenida durante la actual campaña, el Ministerio de Salud pide a los profesionales sanitarios que “ movilizarse para proteger a las personas en riesgo de desarrollar una forma grave de Covid-19» [1].

* El sarbecovirus es un subgénero del betacoronavirus que reúne los coronavirus relacionados con el síndrome respiratorio agudo grave, incluidos el SARS-CoV-1 y el SARS-CoV-2.

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