LO ESENCIAL
- Experimentar eventos traumáticos a una edad temprana tiene un impacto en la salud mental de los niños.
- Los acontecimientos estresantes experimentados durante los primeros años de vida se han asociado con importantes síntomas internalizantes (ansiedad, retraimiento social) en las niñas.
- El tipo de experiencia traumática también influye en la aparición de síntomas externalizantes e internalizantes en los niños.
Según un estudio reciente, la cronología y el tipo de acontecimientos traumáticos, así como la resiliencia familiar, es decir, la capacidad de una familia para recuperar o mantener una funcionalidad eficaz para escapar de la experiencia perturbadora, podrían tener un impacto en la salud mental de los niños pequeños. estudiar.
Un vínculo entre eventos traumáticos y síntomas internalizantes en niñas pequeñas
Para los fines de esta investigación publicada en la revista Psicología de las Comunicacioneslos científicos del Boston Children’s Hospital (Estados Unidos) reclutaron a 456 padres. Estos últimos tuvieron que rellenar cuestionarios sobre diferentes momentos de la vida de sus hijos, en particular cuando eran bebés o cuando tenían dos, tres, cinco y siete años. Estos cuestionarios tenían como objetivo recopilar información sobre los eventos estresantes y traumáticos vividos por los niños, sobre la resiliencia de la familia así como sobre los síntomas que pueden presentar.
Los investigadores se han interesado principalmente en los efectos de eventos estresantes en dos tipos de experiencias psicopatológicas: síntomas internalizantes y externalizantes. Los síntomas internalizantes pueden resultar en ansiedad, retraimiento social o dolor psicosomático. En este contexto, la angustia y las emociones de la persona se dirigen hacia adentro. En cuanto a las manifestaciones externalizantes, se caracterizan por conductas disfuncionales dirigidas hacia el exterior, como la agresividad, la impulsividad, la hiperactividad y el desprecio por la autoridad.
Según los hallazgos iniciales, los acontecimientos estresantes experimentados entre uno y dos años y entre los dos y tres años predijeron síntomas de internalización sólo en las niñas pequeñas. Entre los niños que participaron en el estudio, no se identificó ninguna asociación entre los eventos estresantes vividos durante los primeros años de vida y los síntomas internalizantes.
Los efectos positivos de la resiliencia familiar sobre la internalización de los síntomas
“Para los síntomas externalizados a los tres años, cada momento evaluado se asoció significativamente con un mayor número de síntomas en ambos sexos (…) A los cinco años, tanto los síntomas internalizados como los externalizados se asociaron con un mayor número de eventos estresantes en cada momento y para todos los géneros”escribieron los autores del estudio.
El tipo de experiencia traumática también jugó un papel en la aparición de síntomas externalizantes e internalizantes. De hecho, la exposición al trauma interpersonal se correlacionó con mayores síntomas de internalización, mientras que las experiencias traumáticas tanto interpersonales como no interpersonales se asociaron con mayores síntomas de externalización.
“Aspectos de la resiliencia familiar, incluidos niveles más altos de participación familiar, capacidad para afrontar desafíos y sensación de control, redujeron el riesgo de internalizar los síntomas, mientras que sólo una mayor sensación de control redujo el riesgo de externalizar los síntomas a los siete años, incluso en el contexto de trauma”señaló el equipo de investigación.
Según los autores del estudio, “una mejor comprensión de la compleja relación entre los acontecimientos vitales estresantes y la aparición de psicopatología en la infancia” podría allanar el camino para intervenciones nuevas y efectivas desde una edad temprana para reducir los riesgos de salud mental.