La Edad de Piedra fue una época naturalmente difícil y llena de peligros. Además de los feroces depredadores, las condiciones climáticas extremas y la lucha constante por la supervivencia, en el entorno cotidiano de los antepasados humanos acechaba una amenaza mortal: las enfermedades infecciosas.
Microbios mortales de la Edad de Piedra
Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Estocolmo y el Museo Sueco de Historia Natural arroja luz sobre los microbios causantes de enfermedades que plagaron la Escandinavia de la Edad de Piedra. Al analizar el microbioma de 38 individuos de comunidades de cazadores-recolectores y asentamientos agrícolas del Neolíticolos investigadores identificaron nada menos que 660 especies microbianasalgunos de los cuales fueron particularmente prolíficos y potencialmente peligrosos para la salud humana.
Entre estos microbios patógenos se encuentran Yersinia enterocolítica y Salmonella entéricados bacterias muy conocidas por causar intoxicación alimentaria. La ingestión de carne poco cocida o alimentos contaminados con heces podría provocar infecciones graves o incluso mortales en un mundo que carece de antibióticos y tratamientos médicos modernos.
El estudio también reveló la presencia de Meningitis por Neisserialas bacterias responsables de enfermedad meningocócicauna enfermedad potencialmente mortal. Aunque esta bacteria puede coexistir sin causar daño en la garganta y la cavidad nasal de algunas personas, puede causar complicaciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
El papel potencial de las prácticas sociales
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue la presencia de Yersinia pestisla bacteria responsable de la peste, en uno de los individuos examinados. Aunque la peste suele considerarse una de las patologías más temibles de la historia de la humanidad, los investigadores señalan que Las enfermedades transmitidas por los alimentos eran en realidad mucho más comunes en aquella época..
Un aspecto intrigante del estudio es el resaltado del papel potencial de las prácticas sociales, como contacto cercano y besosen la propagación de enfermedades infecciosas. Por ejemplo, sabemos que Meningitis por Neisseria Se transmite por contacto cercano con personas portadoras de la bacteria.
Este nuevo trabajo nos brinda una visión fascinante de los desafíos de salud que enfrentaron nuestros antepasados de la Edad de Piedra, destacando la omnipresencia de enfermedades infecciosas y su impacto en las poblaciones humanas prehistóricas.
Implicaciones para la evolución humana
Estos hallazgos resaltan el profundo impacto de las enfermedades infecciosas en la evolución de las poblaciones humanas. La lucha constante contra estos microbios patógenos habría desempeñado un papel clave en la configuración del sistema inmunológico humano, favoreciendo la selección de genes que confieren una mayor resistencia a determinadas infecciones. Además, esta investigación sugiere que el surgimiento de prácticas sociales complejas, como la agrupación en comunidades agrícolas y un mayor intercambio entre individuos, también habrían influido en la dinámica de las epidemias. Estos elementos resaltan hasta qué punto la coevolución entre humanos y microbios ha contribuido a definir las bases biológicas y sociales de las sociedades modernas.
Los detalles del estudio se publican en Scientific Reports.