Alzheimer: un estilo de vida más saludable ayuda a frenar el desarrollo de la demencia, según un estudio del Inserm

Alzheimer: un estilo de vida más saludable ayuda a frenar el desarrollo de la demencia, según un estudio del Inserm
Alzheimer: un estilo de vida más saludable ayuda a frenar el desarrollo de la demencia, según un estudio del Inserm
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El estudio del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia muestra que adoptando un estilo de vida más saludable podemos retrasar la aparición de la demencia y frenar el deterioro cognitivo, incluso en personas con riesgo de padecer Alzheimer.

Se trata de una novedad en Francia: investigadores del Inserm, el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica, han demostrado que adoptando un estilo de vida más saludable podemos retrasar la aparición de la demencia y frenar el deterioro cognitivo, incluso en personas con riesgo de Alzheimer.

El estudio publicado en la revista Alzheimer y demenciaEl estudio, dirigido por la investigadora Cecilia Samieri, siguió a 5.170 personas mayores de 65 años que vivían en Dijon, Montpellier y Burdeos durante entre 12 y 17 años. Al principio, “Ninguno de ellos tenía diagnóstico de demencia”especifica el estudio.

Los investigadores asignaron a cada participante un “puntuación de riesgo” llamado “Estilo de vida para la puntuación de salud BRAin (LIBRA)”. Incluye 12 componentes: factores del estilo de vida, es decir, mala alimentación, inactividad física, baja participación en actividades cognitivas estimulantes, consumo elevado o nulo de alcohol y tabaco. Esta puntuación también tiene en cuenta datos relacionados con la salud cardiometabólica, es decir, si el paciente tiene antecedentes de enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol alto, obesidad o hipertensión, pero también disfunción renal o depresión.

Para completar este LIBRA, los investigadores también caracterizaron el “riesgo genético de cada participante” con dos criterios: el primero es la presencia o ausencia del gen APOE-ε4, “cuál es el principal factor de riesgo genético para desarrollar la enfermedad de Alzheimer”, detalla el estudio. El segundo criterio es una puntuación de riesgo genético, “que reúne los demás factores genéticos de susceptibilidad a la enfermedad”.

El resultado del estudio, publicado este jueves, muestra que cuanto mayor es la puntuación LIBRA de una persona, es decir, mayor es el número de factores “en una dirección desfavorable para la salud”mayor es el riesgo de desarrollar la enfermedad, “cualesquiera que sean sus predisposiciones genéticas al Alzheimer”. Por tanto, con un estilo de vida más saludable, tiene menos riesgo de desarrollar la enfermedad.

Datos que tendrán un efecto concreto en la prevención de la enfermedad, actualmente incurable. “Los programas de prevención dirigidos a factores modificables del estilo de vida podrían beneficiar a todos, incluso a las personas con predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer”descifra el estudio del Inserm.

“Alentar a estas personas a modificar algunas de sus conductas, actuando sobre factores de riesgo modificables, probablemente proporcione importantes beneficios a la hora de reducir el envejecimiento cognitivo y retrasar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer”subraya finalmente Cécilia Samieri, directora de investigación del Inserm y coautora del estudio.

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