Hace unos meses, un equipo del KULeuven indicó la presencia de sarampión en las aguas residuales de Bruselas. Lo cual no es realmente una sorpresa, dado que este virus altamente contagioso y peligroso, ya que puede causar complicaciones graves, se detecta ocasionalmente, especialmente en las escuelas de Bruselas. Lo mismo ocurre en el sur del país, donde se registraron 88 casos confirmados hasta el 30 de septiembre de 2024 (frente a 15 en todo 2023), según la Agencia para la Calidad de Vida (AVIQ).
Estos brotes episódicos de la enfermedad pueden explicarse por una tasa de cobertura de vacunación demasiado baja. “En cuanto al sarampión, en 2023 estábamos en un 85% para la primera dosis y un 75% para la segunda dosis”, cifras de Vivalis, la administración sanitaria de Bruselas (antes Cocom). En Valonia, los tipos alcanzan niveles similares. Sin embargo, “la cobertura óptima es una población que esté vacunada al 95%”. Además, el sarampión no es la única enfermedad para la que la protección colectiva sigue siendo insuficiente.
Lejos del 75% recomendado por la OMS
Así, la cobertura contra la gripe no llega ni siquiera al 50% de las personas en riesgo (mayores de 65 años, pacientes con enfermedades crónicas, etc.), en Valonia o Bruselas. Lejos del 75% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)… En diez años, la situación apenas ha cambiado, según reveló este año un estudio de Mutualités Libres. Y esto, a pesar de las campañas de sensibilización que llevan a cabo periódicamente las autoridades sanitarias. ¿Debería verse esto como un efecto de la pandemia de Covid-19? En cualquier caso, en algunas personas, la crisis sanitaria ha provocado dudas sobre las vacunas, que, en otras, han dado paso completamente al rechazo, transformándolas en acérrimos “anti-vacunas”.
“Durante la pandemia, las medidas cautelares han sido con demasiada frecuencia paternalistas e inductoras de culpa”
Por otra parte, la comunicación adoptada no siempre permitirá cambiar de opinión. En un estudio del Instituto de Estudios de Bruselas (BSI), investigadores de la UCL Lovaina y de la ULB señalaron el uso, durante la crisis, de medidas cautelares “paternalistas y que inducen a la culpa”. Lo suficiente como para inducir efectos contraproducentes, al “encerrar a la población en una división entre buenos ciudadanos (…) y malos, denominada “anti-vacunas””, en lugar de “aliviar temores y vacilaciones”. Ciertos mensajes exhibidos en espacios públicos (“vacúnate para reunirte con tus compañeros”) también parecían fuera de sintonía con la realidad en Bruselas.
Esconde esas jeringas…
Los autores identificaron otros errores: podemos cuestionar la relevancia de mensajes a menudo acompañados de “imágenes que muestran jeringas”, cuando el miedo a las inyecciones afecta “hasta a una cuarta parte de los adultos”, y que para “el 16% de los adultos, este miedo lleva a rechazar o posponer la vacunación”.
“En retrospectiva, algunos elementos de la comunicación eran ciertamente criticables”, reconoce Nathalie Nöel. Dicho esto, el director general de Vivalis quiere recordar el contexto de la crisis del Covid. “No olvidemos que en Bélgica, como en otros lugares, estábamos en una situación de emergencia, de confinamiento… Hoy, ya sea por la gripe o por el sarampión, nos comunicamos de otra manera”.
La importancia de los médicos generales.
En Bruselas, la Administración Sanitaria lanzó hace unas semanas una campaña de vacunación colectiva contra la gripe y el Covid-19. No más exhibir jeringas. Como el año pasado, los mensajes de concientización deberían enfatizar la facilidad del proceso: “¡Salta! Puede recibir la vacuna en una farmacia. Vacúnese contra la gripe. Nunca ha sido tan sencillo”. Por parte de Vivalis, dicen que quieren enfatizar la accesibilidad a la atención. “Desde hace dos años, los trámites se han simplificado. Ya no es necesaria prescripción médica. Lo único que tienes que hacer es pasarte por la farmacia, coger una dosis y acudir a tu médico. O que se lo inyecten en el acto; En Bruselas hay alrededor de 250 farmacias asociadas”. Queda por ver si esto resultará suficiente. En el estudio del BSI, los investigadores recordaron la importancia de los relés de confianza, capaces de convencer a un público indeciso. Los médicos de cabecera, así como los líderes y asociaciones religiosas desempeñan un papel determinante a este respecto. El pasado lo ha demostrado: un mensaje mal calibrado puede hacer que ciertos indecisos se inclinen hacia el lado equivocado, aunque los miedos o la falta de información no los transforman automáticamente en antivacunas.
La polio en photo
Sin embargo, el problema no es sólo comunicacional. “También hay cuestiones sociológicas, culturales e incluso psicológicas relacionadas con las dudas sobre las vacunas”, afirma Nathalie Noël. Lo que, en el caso de los antivacunas más convencidos, hace muy difícil la tarea de conseguir que cambien de opinión. “Las conversaciones que tuve con ellos me enseñaron que es un esfuerzo en vano”, dice el inmunólogo Michel Goldman. Tienen muchas ideas preconcebidas, sólo retienen la información que les va y descartan otras. A menudo, los padres ya tienen ideas sólidas, bajo la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales”. Por eso el profesor de la ULB intenta concienciar lo antes posible. Invitado por ellos, visita periódicamente las escuelas para desarrollar “la alfabetización sanitaria, es decir, la adquisición de habilidades básicas para comprender y utilizar información científica objetiva con vistas a tomar las decisiones correctas sobre la propia salud”.
No empezando hablando de vacunas, inyecciones y otros posibles efectos secundarios. Sino más bien recordando los estragos de las enfermedades infecciosas, como la poliomielitis. Fotografías de apoyo del siglo pasado, “de niños equipados con muletas o encarcelados en pulmones de hierro”. Imágenes que no dejan indiferente y que luego permiten a la clase emprender el camino hacia esta “alfabetización”. “En mi experiencia, los niños de 11 y 12 años son bastante capaces de comprender los principios esenciales de la vacunación. En general, muestran un interés inequívoco durante mis intervenciones”.