La vacunación contra el neumococo representa una misión de prevención imprescindible, al igual que la de la gripe o la del Covid. Al brindar atención diaria a pacientes frágiles, los IDEL desempeñan un papel decisivo en la lucha contra las infecciones respiratorias graves, especialmente para las poblaciones más vulnerables.
Neumococo, un riesgo muy subestimado
El neumococo causa enfermedades respiratorias graves, como neumonía, meningitis y sepsis. La mortalidad por infecciones neumocócicas invasivas varía del 10% al 30% según los estudios y aumenta con la edad y la presencia de comorbilidades.
En Francia, los neumococos son la principal causa de neumonía bacteriana adquirida en la comunidad y de meningitis bacteriana en adultos.
Estas infecciones son especialmente peligrosas para las personas mayores, los inmunodeprimidos, los pacientes con patologías crónicas (pulmonares, diabéticas, cardíacas) e incluso para determinados adultos sanos.
Los datos de salud muestran que un número significativo de hospitalizaciones y muertes cada año están relacionadas con infecciones neumocócicas. Desafortunadamente, esta amenaza a menudo sigue subestimada y la cobertura de vacunación es insuficiente (alrededor del 10% para las poblaciones objetivo, en comparación con el 48% en promedio para la influenza).
Como IDEL, tienes la oportunidad de crear conciencia y proteger a los pacientes en riesgo animándolos a recibir esta vacuna esencial.
Recomendaciones de vacunación contra el neumococo.
La vacunación primaria contra el neumococo es obligatoria para todos los niños nacidos a partir del 1es Enero de 2018 (2 inyecciones, con dos meses de diferencia, a los 2 y 4 meses de edad, seguidas de una dosis de refuerzo a los 11 meses de edad.
El calendario de vacunación recomienda la vacunación contra el neumococo para determinadas categorías de población: pacientes inmunodeprimidos, pacientes con síndrome nefrótico (enfermedades cardíacas, insuficiencia cardíaca, insuficiencia respiratoria, asma grave, insuficiencia renal, diabetes, etc.).
La HAS recomienda la vacunación con PCV 20 (Prévenar 20) con una sola inyección, sin necesidad de refuerzo en esta etapa. Para aquellos vacunados desde hace más de 5 años, se recomienda un refuerzo de PCV 20.
Estas recomendaciones a menudo no son bien comprendidas por los pacientes, o incluso por ciertos cuidadores. Para un IDEL, esta vacunación forma parte de un enfoque de prevención global en el domicilio del paciente o en el consultorio cuando se realiza una evaluación de prevención, por ejemplo.
El papel clave de IDEL en la vacunación neumocócica
- Sensibiliza a tus pacientes explicando los riesgos de las infecciones neumocócicas y los beneficios de la vacunación;
- Consultar estado de vacunación pacientes frágiles y ofrecerles la vacuna si es necesario;
- Tranquilizar sobre la vacunaciónseguridad de las vacunas y explicación de los efectos secundarios raros;
- Ingresa vacunación en el DMP del paciente e informar al médico tratante para garantizar un seguimiento coordinado.
Los pacientes suelen sentirse más cómodos haciendo preguntas y expresando sus temores con su IDEL que en el consultorio de un médico. Esta confianza particular que tenemos es una palanca poderosa para transmitir mensajes de salud pública.
Facilitar el acceso a la vacuna y mejorar la cobertura de vacunación
Desde la publicación del Decreto N° 2023-736, los IDEL están autorizados a prescribir todas las vacunas mencionadas en el calendario de vacunación para personas de 11 años y más de acuerdo con las recomendaciones que aparecen en este mismo calendario, con excepción de las vacunas vivas atenuadas en individuos inmunocomprometidos.
Al informar a los pacientes que la vacuna contra el neumococo se puede administrar al mismo tiempo que la vacuna contra la gripe, también simplificamos el proceso y aumentamos las posibilidades de que acepten las dos vacunas necesarias para su protección.
¡Tengamos en cuenta que cada vacunación realizada es una protección adicional contra infecciones graves y hospitalizaciones!
¡Complicarse! A través de nuestra participación colectiva, podemos mejorar significativamente la protección contra el neumococo y fortalecer nuestro lugar en las campañas de prevención. Juntos, hagamos de la vacunación una rutina integrada en nuestras prácticas diarias, en beneficio de nuestros pacientes y quienes los rodean.