Hace ya mucho tiempo que Doriane Malige expuso sus dibujos en tinta china en el mercado Moonlight Art, de Plan-de-la-Tour (Var), con su madre sentada a su lado para acompañarle. “Es un poco un punto de partida”resume el joven artista que vive en Cannes desde hace seis años y que pronto creará, por segundo año, la portada del nuevo álbum de Pascal Obispo.
“Fue hace como un año. Quería montar mi propio negocio, buscaba proyectos, retos. Pensé en escribirle porque, siendo mi madre fanática de su música, crecí un poco con él. Sabía que Pascal Obispo era un aficionado a la pintura y me gustaba mucho lo que hacía.”
Un golpe de suerte y un enorme descaro: la treintañera solicita al cantante a través de las redes sociales. Le envía su portafolio en el que coloca todas sus creaciones, ya sean bocetos de paisajes, diseños de muebles personalizados o incluso frescos monumentales. Él, al mismo tiempo, busca a alguien que cree la portada de su próximo disco: L’Archipel des séqueles. “Pascal buscaba especialmente un pintor cuando vio partes de un fresco que había colgado en las redes para un proyecto que estaba realizando para el casino de Palm Beach. el fresco se inaugurará el 4 de diciembre –, cayó bajo el hechizo de mi sello.”
“Un verdadero favorito”
Pascal Obispo, fanático del pintor austriaco Gustav Klimt, le pidió que se inspirara en él para crear la portada del álbum. “Tiene una cultura enorme, en particular en el campo artístico. A mí también me encanta este pintor, así que no lo dudé. Pascal realmente se enamoró de mí, así que quedé encantado”.
Desde entonces, no se han separado. Si bien la cantante debe publicar próximamente un nuevo álbum, una vez más ilustrado por Cannes, ésta está realizando otros trabajos artísticos para su aplicación musical, Obispo All Access. “Allí puedes encontrar todos sus álbumes, sus exclusivas. Regularmente creo portadas para ilustrar ciertos títulos, por ejemplo cuando canta canciones de otros cantantes”.
Ambiciosa e imprudente, Doriane continúa su pequeño camino, ya sea en colaboración con artistas, paisajistas o arquitectos, y no cierra ninguna puerta. “Cualquier oportunidad puede ser buena para aprovechar. Me encanta tanto la pintura como el diseño gráfico, el dibujo manuscrito… Pero lo que más me gusta son los grandes formatos. También me gustaría mucho iniciarme en la escenografía. Me considero una Navaja suiza, con un universo artístico muy variado que me permite tocar muchas cosas con la punta de los dedos.”