1,27 millones de muertes cada año en el mundo, más de la mitad de las cuales son prevenibles – Libération

1,27 millones de muertes cada año en el mundo, más de la mitad de las cuales son prevenibles – Libération
1,27 millones de muertes cada año en el mundo, más de la mitad de las cuales son prevenibles – Libération
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La revista médica “The Lancet” lanza este jueves 23 de mayo un llamamiento para luchar contra las infecciones por patógenos resistentes a los fármacos antimicrobianos.

¿Qué hacer con las bacterias que se vuelven resistentes a los antibióticos conocidos? Este escenario de resistencia a los antibióticos no es ficticio; de hecho, está sucediendo. De los 7 millones de muertes anuales causadas en todo el mundo por bacterias, 1,27 millones son directamente atribuibles a patógenos que han aprendido a evitar los antibióticos, según un informe publicado por la revista médica La lanceta este jueves 23 de mayo por la noche. Pero una gran parte podría evitarse tomando medidas de higiene y vacunación.

Si “La resistencia a los antibióticos está actualmente bajo control en nuestros países y, en particular, en Francia”, enfatiza a Liberar Philippe Glaser, especialista en este campo del Instituto Pasteur, “La situación se está deteriorando en muchos otros países”, él alerta. La tendencia es fuerte. Por ejemplo, el número de infecciones sanguíneas por Staphylococcus aureus en Europa aumentó un 51% entre 2007 y 2015. Más recientemente, también en el Viejo Continente, el número de hospitalizaciones en cuidados críticos por una infección sanguínea causada por otra bacteria resistente, acinetobacter, aumentó un 144% entre 2018-2019 y 2020-2021.

Según datos publicados en La lanceta, Los bebés corren mayor riesgo: un tercio de las muertes se deben a infecciones. Entre 2018 y 2020, según un estudio realizado en once países de todos los continentes, el 18% de los recién nacidos con infección generalizada (sepsis) no sobrevivieron a pesar del tratamiento con antibióticos. Las personas mayores y los pacientes con enfermedades crónicas también corren un mayor riesgo de contraer este tipo de patógeno. La resistencia a los antibióticos aumenta el riesgo de infecciones nosocomiales (contraídas en el ambiente hospitalario) y representa un peligro para los pacientes sometidos a quimioterapia o receptores de donación de órganos.

“La resistencia a los antimicrobianos está aumentando, acelerada por el uso inadecuado de antibióticos durante la pandemia de Covid, amenazando la columna vertebral de la medicina moderna y provocando muertes y enfermedades que podrían haberse evitado en el pasado”, lamenta en un comunicado de prensa uno de los coautores de la serie de artículos, el profesor Iruka Okeke de la Universidad de Ibadan, Nigeria.

Tres objetivos para 2030

Para limitar la aparición de bacterias resistentes, sus colegas se fijaron tres objetivos específicos para 2030: reducir la mortalidad causada por estos patógenos en un 10%, reducir el uso de antibióticos en humanos en un 20% y en un 30% en los animales.

Porque la resistencia a los antibióticos no es inevitable. Según el modelo propuesto en La lanceta, 750.000 de estas muertes podrían evitarse con la generalización de medidas sencillas. Para los autores de esta investigación, la mejor estrategia contra estas infecciones sigue siendo la prevención: mejorar la higiene y la esterilización dentro de los establecimientos sanitarios salvaría 337.000 vidas al año. El acceso universal al agua potable y al saneamiento evitaría 247.800 muertes al año. Por último, un uso más amplio de determinadas vacunas contra el neumococo, la meningitis o el virus respiratorio sincitial podría proteger a 181.500 personas más.

Resultados que, según el coautor de los artículos, Yewande Alimi, especialista en la materia en el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades, “demuestran que las acciones de salud pública para prevenir infecciones deben priorizarse en la estrategia para combatir la resistencia a los antimicrobianos”. Los científicos se están movilizando ahora para influir en la próxima asamblea general de las Naciones Unidas prevista para septiembre, que deberá abordar el problema de la resistencia a los antibióticos.

Dicho esto, también es necesario reinventar las inversiones en torno a la investigación de nuevos antibióticos. La única búsqueda de ganancias del sistema farmacéutico hace que los nuevos antibióticos sean inaccesibles en muchos países. Las asociaciones público-privadas desde la fase de investigación podrían ayudar a superar esta dificultad. El profesor de Princeton y coautor del estudio, Ramanan Laxminarayan, recuerda que “Si no se garantizan el acceso y la asequibilidad, el gran número de muertes por infecciones bacterianas resistentes seguirá sin disminuir”.

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