El cáncer de próstata, el cáncer masculino más común por delante del cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal, afectará a 59.885 hombres en 2023. En noviembre, Movember sensibiliza sobre los cánceres masculinos. En Montpellier, los fondos recaudados durante la tercera edición de Courstache, una carrera benéfica organizada el 10 de noviembre, permitirán al Dr. Gary-Bobo continuar la investigación de tratamientos innovadores.
Creada para apoyar la investigación local sobre el cáncer de próstata, La Courstache, que comenzará el 10 de noviembre a las 10 horas en la Place de la Comédie de Montpellier, recaudará fondos para un equipo de investigación del Instituto Max Mousseron de Biomoléculas de Montpellier. Codirigido por la Dra. Magali Gary-Bobo y el profesor Alain Morère, busca nuevos vectores contra los cánceres precoces.
¿Cómo llegó su equipo a trabajar en el cáncer de próstata?
En el Instituto Max-Mousseron de Biomoléculas llevamos a cabo investigaciones fundamentales sobre biomoléculas con fines terapéuticos. Estas moléculas deben ser capaces de curar a alguien, de entrar en el cuerpo humano, de desempeñar la función para la que fueron diseñadas, sin generar ningún problema particular, sin efectos secundarios.
Mi equipo trabaja con mayor precisión en nanopartículas o nanovectores, 10.000 veces más pequeños que un grano de arena, y fabricados en laboratorio de forma perfectamente controlada. Son moléculas porosas. En el interior de estos poros podemos introducir fármacos anticancerígenos, e incluso material genético que será capaz de corregir la expresión de determinados genes defectuosos en caso de aparición de cáncer.
Y podemos apuntar a los marcadores de células cancerosas dirigiendo estas células.
¿Y qué muestra tu investigación?
En el laboratorio hemos conseguido desarrollar nanopartículas que son eficaces contra las células cancerosas.
Estas nanopartículas inertes deben activarse para volverse tóxicas contra las células cancerosas. Para ello, están equipados con fotosensibilizadores sensibles a la radiación láser infrarroja que los “excitará”, “despertará”.
La radiación infrarroja es interesante porque es más penetrante y menos tóxica que, por ejemplo, la ultravioleta.
Pero ¿por qué en particular el cáncer de próstata?
Trabajamos en el cáncer de próstata porque el tratamiento está destinado a tumores sólidos, y porque muchos cánceres “pequeños” no se tratan, porque los pacientes son demasiado mayores, porque estamos esperando a ver cómo evolucionan.
Como resultado, estos pacientes son puestos bajo vigilancia activa. Tienen una espada de Damocles colgando sobre sus cabezas.
Sin embargo, el cáncer de próstata ha avanzado enormemente gracias a las pruebas de PSA, que permiten identificar cánceres cada vez más pequeños.
Queremos poder ofrecer una terapia enfocada, personalizada y mínimamente invasiva, que no será demasiado difícil de aceptar. Y que, en última instancia, será de interés para otros cánceres además del cáncer de próstata.
“Es muy complicado conseguir fondos para la investigación, podremos relanzar el proyecto”
Su investigación comenzó hace diez años, en 2014, ¿cuáles son los próximos pasos?
Ahora que hemos desarrollado varios tipos de nanopartículas recubiertas de análogos de azúcar producidas y patentadas por Alain Morère, codirector del equipo “Glico y nanovectores para la focalización terapéutica”, y que hemos demostrado que estas nanopartículas son muy eficaces sobre las células cancerosas en cultivo, las pruebas deberán realizarse en animales.
Lo cual debería ser posible con los fondos recaudados durante Movember…
Gracias a estos fondos, esperamos poder iniciar investigaciones sobre embriones de pez cebra, a los que se habrán injertado células cancerosas humanas.
Es muy complicado encontrar fondos para la investigación, la financiación que obtenemos para el trabajo depende de muchos parámetros, y a veces hay “modas”… Esta investigación estaba un poco en “stand-by”, nos faltaban medios para llevarla a cabo. Podremos relanzar el proyecto y trabajar con tranquilidad, sin preocuparnos de atender las convocatorias de proyectos. Esto supondrá un gran ahorro de tiempo.
“Queríamos ayudar a la investigación local”
“Éramos un grupo de cuatro chicas de la asociación Femmes 3000 Mientras corríamos la Montpellieraine, que apoya a las mujeres con cáncer de mama, tuvimos la idea de una carrera simétrica para hombres”. : después de dos años de “Bacchantes”, la primera carrera solidaria para concienciar sobre el cáncer de próstata, Anne-Sophie Blau, presidenta de la asociación, y sus amigos lanzaron el Courstache, para controlar el destino de sus donaciones.
“Queríamos ayudar a la investigación local”. Los fondos recaudados durante la primera carrera se enviaron al ICM, los de la segunda al equipo de Catherine-Alix Panabières, en el Hospital Universitario de Montpellier, que trabaja con células tumorales circulantes.
El año pasado se registraron más de mil inscripciones. Aún quedan plazas: el 10 de noviembre saldrán dos carreras de 4 km y 8 km desde la Place de la Comédie.
“El cáncer masculino es un tema tabú, aunque existen muchas formas de prevenirlo”, recuerda Anne-Sophie Blau.
Seducidos por el proyecto, el equipo de hockey de Montpellier, los Vipers, también se moviliza, durante todo el mes de noviembre, para el equipo IBBM: recaudación de fondos, venta de camisetas en subasta, participación en la Courstache… el 23 de noviembre, al inicio del su partido, presentarán un cheque al Dr. Gary-Bobo.