lo esencial
El centro hospitalario intercomunal, situado en Moissac (Tarn-et-Garonne), apoya a las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer. Ayuda a mantener las capacidades de los pacientes y ofrece un respiro beneficioso.
El viernes 11 de octubre de 2024 era la comida familiar en la recepción diurna del centro hospitalario intercomunal de Castelsarrasin-Moissac y la alegría se reflejaba en los rostros de todos. René, de 94 años, y su amiga Simone, de 87, padecen ambos trastornos cognitivos propios de la enfermedad de Alzheimer. Pero hoy nada parece estar ahí. Se sientan en la misma mesa y bromean, rodeados de la familia de Simone. Guy vive solo, reconoce que la soledad es difícil y triste. Pero desde hace varios meses viene los martes y los jueves y encuentra a Simone con su humor y su buen humor. Simone es una habitual de la estructura, viene allí desde hace dos años. Bromea sobre su edad. Sonriendo, canta con los músicos que han venido especialmente para este día festivo, da alegremente tres pasos de vals antes de atacar con apetito su plato.
En cada mesa se cuenta una conmovedora historia de vida. Jacqueline vino con su marido y su hijo, parece haberse olvidado del mundo y sonríe a todos. Lucette, una bella dama de ojos azules, elegante hasta la punta de las uñas pintadas de rojo, viene dos días a la semana. “Tiene 80 años y está feliz aquí. El equipo es acogedor y competente”, destaca Guy, su marido. Que siempre la mira con cariño y respira: “Es una enfermedad muy triste”.
Rodeado de cuidadores
“Somos una estructura pequeña, pero nuestra función es importante para los acogidos y para los cuidadores, que a menudo están agotados física y moralmente. Depende de nosotros aliviarles de la culpa. Recogemos a nuestros huéspedes por la mañana y los llevamos a casa por la noche”, insiste Sandra Oudard, responsable sanitaria de la guardería. En efecto, no se trata de abandonar a sus seres queridos, sino todo lo contrario, aquí los pacientes están rodeados de cuidadores que cuentan con una certificación adicional ASG (asistente de cuidados geriátricos). “Esta formación nos permite adquirir conocimientos específicos sobre la enfermedad de Alzheimer para la que los medicamentos son sólo un complemento. Lo importante es el apoyo con estimulación de las facultades cognitivas”, enfatiza Sandra, cuidadora de ASG.
Esta pequeña comunidad constituye también una primera fase antes de entrar en una EHPAD. “En Grains Dorés se desarrollan determinadas actividades, nuestros huéspedes conocen el lugar y luego se integran más fácilmente entre los residentes”, explica Françoise, animadora de la residencia de ancianos, que participó en la organización de esta jornada familiar en la recepción diurna. También aprovecha la oportunidad para conversar con los vecinos de los vecinos, en particular sobre las mejoras que deben realizarse.