LA OPINIÓN DEL “MUNDO” – POR QUÉ NO
En el camino hacia el cine brasileño moderno, para esbozar a grandes rasgos, se imprimen tres nombres reconocidos por el público internacional. El volcánico y poseído Glauber Rocha, figura destacada del “cinema novo” de los años 1970. El romántico y comprometido Walter Salles, surgido en los años 1990. El intelectual crítico Kleber Mendonça Filho, a quien descubrimos a partir de la década de 2010. El primero, como ardido en su propio fuego, hace tiempo que desapareció. El tercero, un paciente artesano a quien no ayudó el reinado del ex presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, está planeando lentamente su próxima película. La segunda, perdida de vista durante muchos años, regresa hoy con un título que, para referirse principalmente a su heroína, también podría designarla.
Revelado en todo el mundo con Brasil central en 1998, en declive desde En la carreteraen 2012, una adaptación de la novela de Jack Kerouac que no convenció del todo, Salles dirige ahora una película que está cosechando un gran éxito en Brasil y que pone en juego dos motivos recurrentes en su cine: la ausencia o la desaparición de un ser querido, en particular de un padre. y un marido, y en consecuencia la supervivencia de los que quedan. Una situación que presenta aquí en el contexto del capítulo más trágico de la historia brasileña contemporánea: la dictadura militar que encerró y asoló el país de 1964 a 1985. La historia, como dicen, está tomada de hechos reales. El arresto en 1971 de Rubens Paiva –un ingeniero que había sido diputado del Partido Laborista y participó en la resistencia pacífica bajo la dictadura– seguido de su desaparición.
Te queda el 61,42% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.
Francia