Nicolas Sarkozy corre un gran riesgo: 10 años de prisión y una multa de 375.000 euros. El expresidente y sus coacusados están acusados, en particular, de corrupción y de encubrimiento y malversación de fondos públicos. La Justicia acusa al equipo de Sarkozy de haber financiado parte de su campaña presidencial con dinero libio. Los hechos se remontan a finales de 2005, cuando Sarkozy, entonces ministro del Interior, se reunió con el coronel Gadafi en Trípoli.
Oficialmente, las conversaciones se centrarían en la inmigración ilegal, pero durante un tête-à-tête, el futuro candidato presidencial habría solicitado ayuda financiera. La moneda de cambio, la rehabilitación de Libia, excluida de la escena internacional por ser un Estado terrorista. ¿Es esto una coincidencia? Pero poco después de su elección en 2007, el guía de la revolución fue recibido en París con gran fanfarria por Nicolas Sarkozy. Recordamos que instaló su tienda durante varios días en el jardín del Hôtel de Marigny, un palacio reservado a los huéspedes extranjeros situado junto al Elíseo.
También se le habían reabierto las cacerías presidenciales, reproduciendo más o menos su visita de 1973 al presidente Pompidou. En aquel momento, el todavía joven líder revolucionario había comprado alrededor de un centenar de aviones de combate “Mirage” en Francia y Sarkozy afirmó que el objetivo esta vez era venderle “Rafales”. Ha habido promesas, pero nada concreto.
Revelaciones del hijo de Gadafi
Las cosas podrían haber quedado así con los vaivenes de la política internacional, pero en 2011, a raíz de la Primavera Árabe, surgió en Libia un movimiento para derrocar a Gadafi y Francia apoyó este movimiento junto con Inglaterra. En represalia, el hijo y heredero de Gadafi, Saif al-Islam, dijo en una entrevista que su padre había financiado la candidatura de Sarkozy en 2007, comentarios confirmados más tarde por el propio dictador.
El derrocamiento y la muerte de Gadafi, algunas semanas después, no impidieron que la justicia francesa se ocupara del asunto, sobre todo porque el sitio Mediapart publicó al inicio del quinquenio de Hollande una investigación en profundidad que confirma estas acusaciones. Sarkozy habría recibido 50 millones de euros.
Les ahorraré los múltiples giros y vueltas y, en particular, el oscuro papel de un intermediario, Ziad Takieddine, ahora prófugo. Después de diez años de investigación, la orden de remisión tiene 625 páginas y está previsto que el juicio dure cuatro meses. En diciembre pasado, Nicolas Sarkozy fue condenado a tres años de prisión en el llamado asunto de las escuchas telefónicas, incluido un año bajo un brazalete electrónico. Comparado con los millones de Gadafi, es, digamos, la rupia de Samsonnet.