El nuevo horario del CFF, que entrará en vigor el domingo, ya podrá ser utilizado por los viajeros. Este cambio, el mayor realizado desde principios de la década de 2000, tenía como objetivo servir mejor a la parte francófona del país. ¿Pero qué piensan los principales actores? Satisfacción, pequeños contratiempos o problemas mayores, nuestros lectores nos dieron sus impresiones sobre D+3.
Stéphane, por ejemplo, descubrió a su costa que el personal del CFF aún no había integrado plenamente esta nueva red. El martes, hacia las 21 horas, su tren que unía Yverdon (VD) con Lausana no hizo la nueva parada en Renens (VD). “Frenó bruscamente hacia la estación y luego se fue, como si el conductor se hubiera olvidado de parar”, confiesa el vaudois. Una intuición confirmada por el CFF: “Efectivamente, un conductor olvidó la parada en Renens”. Sin embargo, este es el único problema de este tipo que ha experimentado la empresa desde la introducción de su nuevo horario.
A pesar de este contratiempo, Stéphane dijo que en general estaba satisfecho con la nueva parrilla. Preguntados en Instagram, varios lectores compartieron esta buena primera impresión. “¡De Bussigny a Ginebra es fantástico!”, afirmó un internauta. Varios otros acogieron con agrado horarios más ajustados en sus desplazamientos diarios.
Pero no todos compartieron esta observación. La mayoría de las respuestas recibidas denuncian el mismo problema: los tiempos de conexión, y por tanto de viaje, son más largos. Bárbara, por ejemplo, está “terriblemente enfadada”. Para este residente de St-Prex (VD) que trabaja en Ginebra, cada trayecto duraba unos 20 minutos, debido a la larga espera en la estación de Morges (VD). En la misma línea, “Blick” reveló el miércoles que la conexión Essert-Pittet (VD) – Ependes (VD), que antes duraba tres minutos, ya no es posible en menos de tres cuartos de hora. Y nuestros lectores nos han informado de muchas otras ampliaciones de los tiempos de viaje, ciertamente menos extremas.
“Ajustes” por venir
Contactado por nosotros, el CFF confirmó estar consciente de los cambios de hábitos que este nuevo horario estaba provocando entre los clientes, “muy a menudo de forma positiva, pero a veces también de forma negativa”. Por ello, la compañía ferroviaria ha establecido una fase de observación que se prolongará como muy pronto hasta mediados de enero. Las conclusiones deberían permitir posteriormente “realizar ajustes, especialmente en términos de ocupación de los trenes”. Sin embargo, el CFF advierte: “El margen de maniobra sigue siendo extremadamente limitado”.