La coordinación de sindicatos compuesta por la Unión General de Trabajadores de Marruecos, la Unión General Democrática del Trabajo de Marruecos y la Unión Obrera Marroquí se reunieron con el Wali de la región de Marrakech-Safi, Farid Chourak, para discutir la decisión de la prefectura de Establecer rutas específicas para taxis provenientes de fuera de la ciudad. Según una fuente sindical, se trataba de examinar la pertinencia de la decisión prefectural y el “sufrimiento” que causa a los taxistas, además de explicar los motivos de su adopción. hay muchos.
El Wali “comprendió” la cuestión de las rutas y mencionó la “necesidad de revisarlas”, añade la misma fuente, subrayando que los servicios de la wilaya de la región Marrakech-Safi aplicarán sin embargo lo dispuesto en el artículo 2 del la decisión prefectural, que prohíbe a los taxis con punto de partida en otras provincias y prefecturas transportar pasajeros dentro del perímetro urbano.
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La decisión de la prefectura tiene como objetivo “organizar” la circulación de los taxis y determinar sus zonas de espera. Obliga a los taxistas procedentes de ciudades como Casablanca, Fez, Agadir y Safi a aparcar en la estación de autobuses de Bab Doukkala, mientras que los que vienen de la carretera de Tahnaout o Ourika deben parar en la estación de Arsat. Asimismo, prohíbe a estos taxis transportar pasajeros dentro del perímetro urbano de Marrakech.
El artículo 3 de la decisión estipula una serie de sanciones estrictas contra los infractores, entre ellas la retirada de la autorización, la tarjeta de confianza, así como el embargo del vehículo, mientras que el artículo 4 especifica que el infractor asumirá todos los costes y consecuencias resultantes del embargo del taxi. por los servicios municipales.
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Esta decisión enfureció a los taxistas. Para un miembro de la secretaría general del sindicato de la Organización Democrática de Transporte y Logística Multimodal, la decisión de la prefectura perjudica sus intereses y los priva de su derecho a trabajar libremente. Esta decisión impide a los conductores llevar a sus clientes a sus destinos finales, en particular al aeropuerto de Marrakech-Menara, y les obliga a dejar a sus pasajeros en Bab Doukkala, explicó, acusando a algunos sindicatos, en particular a la Unión General de trabajadores de Marruecos, de estar en el origen de esta decisión con el objetivo de crear “guerra y malestar” en el sector.