La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre una misteriosa enfermedad que azota la provincia de Kwango, situada en el suroeste de la República Democrática del Congo (RDC). Esta enfermedad, detectada por primera vez el 24 de octubre, ya ha infectado a cerca de 400 personas, y 79 de ellas han perdido la vida. La OMS ha expresado su preocupación por el alto riesgo de propagación de esta enfermedad debido a diversos obstáculos que complican los esfuerzos de control y respuesta.
Difícil acceso y precarias condiciones de seguridad
La alerta publicada por la OMS destaca varios factores que obstaculizan la eficacia de la respuesta sanitaria en esta zona sanitaria de Panzi. Uno de los mayores desafíos es el aislamiento de la región. De hecho, el acceso a la zona es particularmente difícil, en particular debido a la lejanía geográfica y a las condiciones climáticas estacionales, con lluvias que complican aún más los viajes. El tiempo necesario para llegar a esta región se estima en unas 48 horas desde la capital, Kinshasa.
Este prolongado retraso impide a las autoridades reaccionar rápidamente e identificar la causa exacta de la enfermedad, sobre todo porque en esta parte del país faltan recursos de diagnóstico. Además de las dificultades logísticas, la inseguridad representa otro factor agravante. El país se enfrenta a grupos armados que siembran el terror en determinadas regiones, incluida Kwango. Estos grupos pueden representar una amenaza directa para los equipos de salud y las poblaciones locales, complicando la implementación de una respuesta sanitaria eficaz.
Kwango, una situación preocupante pero localizada
. La OMS subraya la necesidad de superar estos obstáculos para contener rápidamente la propagación de esta enfermedad. A nivel nacional, el riesgo de propagación de esta enfermedad se considera moderado, dado que actualmente está confinada a la zona sanitaria de Panzi. Sin embargo, la OMS advierte que existe la posibilidad de que se propague a zonas vecinas, especialmente porque el sistema de vigilancia y respuesta sigue siendo insuficiente.
De ahí la necesidad de una mayor preparación y una mayor vigilancia para evitar que esta epidemia se convierta en una amenaza más amplia para la República Democrática del Congo y sus vecinos. Este fenómeno de enfermedades desconocidas o de nuevas epidemias está lejos de ser un caso aislado en África y, más particularmente, en la República Democrática del Congo. El país se ha visto afectado periódicamente por epidemias de enfermedades infecciosas, a menudo en zonas aisladas, donde el acceso a la atención y la información es limitado.
La historia de las epidemias en la República Democrática del Congo y África
Una de las epidemias más publicitadas fue la del virus del Ébola, que ha causado estragos en la República Democrática del Congo en los últimos años, particularmente en 2018-2020. Esta epidemia de ébola causó más de 2.000 muertes y demostró lo crucial que era fortalecer los sistemas de vigilancia y respuesta sanitaria en África Central. La República Democrática del Congo no es la única que enfrenta epidemias de este tipo.
Otros países africanos, como Nigeria, Guinea, Sudán y Liberia, se han visto afectados por crisis sanitarias similares, ya sea sarampión, fiebre de Lassa o enfermedad viral. Cada nueva epidemia es un recordatorio de los desafíos estructurales que África debe afrontar, como las deficientes infraestructuras sanitarias, el acceso limitado a la atención sanitaria, la inseguridad en determinadas regiones, así como la gestión de los recursos humanos y materiales en situaciones de emergencia.
Necesidad de una respuesta colectiva
Ante esta amenaza en Kwango, la OMS ya ha tomado medidas enviando muestras biológicas al Instituto Nacional de Investigación Biomédica de Kinshasa para determinar el origen de la enfermedad. La OMS subraya la importancia de fortalecer los mecanismos de prevención e intervención, especialmente en un continente donde los riesgos para la salud son múltiples y a menudo impredecibles.