El 26 de octubre, en Pacé, cerca de Rennes, un niño de 5 años resultó gravemente herido en la cabeza por dos balas de arma automática. Su padre, que conducía el coche en el que viajaba, intentaba escapar de una banda rival que le perseguía tras un conflicto por el control del centro comercial Gros-Chêne, en Maurepas. El impacto en la opinión pública estuvo en el origen de la llegada, el 1 de noviembre, del ministro del Interior, Bruno Retailleau.
Este miércoles 4 de diciembre, el fiscal de Rennes, Frédéric Teillet, anunció que las investigaciones llevadas a cabo conjuntamente por la sección de investigación y la policía judicial de Rennes (DCOS) habían permitido determinar la presencia en el vehículo, en los hechos de la tarde, de varios individuos conocidos por el narcotráfico. El fiscal dijo que algunos de ellos están involucrados en otros episodios de violencia vinculados al narcotráfico, particularmente en el distrito de Maurepas.
Los días 1 y 2 de diciembre, la policía judicial, la policía nacional, la sección de investigación, con el apoyo del GIGN y el grupo de gendarmería, detuvieron a seis personas. Cuatro de ellos fueron presentados ante el juez de instrucción de la JIRS, quien acusó a tres de ellos de intento de homicidio por banda organizada y asociación criminal. Otra persona fue sometida a la condición de testigo asistido por los mismos delitos.
Los tres imputados fueron puestos en prisión preventiva por el juez de libertades y detención.
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