El gobierno del primer ministro francés, Michel Barnier, fue derrotado el miércoles, apenas tres meses después de su nombramiento.
Recién asumido el cargo, el primer ministro francés se enfrentó a dos mociones de censura del Nuevo Frente Popular, una coalición de izquierda, y de la Agrupación Nacional, un partido de extrema derecha.
Insatisfechos con los cambios introducidos en el sistema de seguridad social, estos partidos anunciaron que derrocarían al gobierno mediante una moción de censura.
Los diputados votaron por 331 votos a favor de la moción del Nuevo Frente Popular. En la configuración actual de la Asamblea Nacional, tuvo que reunir 288 votos para derrocar al ejecutivo (dos escaños están vacantes de los 577).
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Los diputados votaron por 331 votos a favor de la moción del Nuevo Frente Popular.
Foto: Reuters / Sarah Meyssonnier
La caída del ejecutivo dirigido por Michel Barnier, después de sólo tres meses en el cargo, constituye un récord de brevedad desde la adopción en 1958 de la Constitución francesa.
Dimisión y nombramiento
El Primer Ministro deberá ahora presentar su dimisión al Presidente Emmanuel Macron y éste deberá nombrar otro Primer Ministro.
La tarea será igualmente compleja para su sucesor, ya que cada uno de los tres grandes bloques (izquierda unida, campo presidencial y extrema derecha) es capaz de retirarse y derrocar al gobierno.
Para resolver el impasse, el presidente francés no puede convocar nuevas elecciones, porque deberá esperar un año antes de la próxima disolución de la Asamblea Nacional, el próximo verano.
El gobierno de Michel Barnier no tuvo tiempo de aprobar el presupuesto de 2025 que preveía reducir el déficit público al 5% del PIBpara satisfacer en parte las demandas de la Unión Europea.
El nuevo primer ministro podría decidir adoptar un presupuesto suavizado, con concesiones a los partidos de la oposición, o renovar el presupuesto de 2024 con una congelación del gasto estatal.
Macron en el visor
Los líderes de esta alianza de circunstancias sugirieron claramente que, más allá del gobierno de centro y derecha de Michel Barnier, era Emmanuel Macron quien estaba en su punto de mira, incluso si el destino del presidente francés, cuyo mandato se extiende hasta 2027, no está vinculado legalmente a la del ejecutivo.
La líder de extrema derecha francesa Marine Le Pen dijo que el gobierno del primer ministro Michel Barnier debe caer porque perpetúa elecciones tecnocráticas
del presidente Macron, elegido en 2017 y reelegido en 2022, actualmente en su punto más bajo según las encuestas.
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La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen
Foto: Reuters / Sarah Meyssonnier
El tres veces candidato fracasado en las elecciones presidenciales, incluidas dos veces contra Macron, añadió que debería él mismo concluye si [était] capaz de quedarse [président de la République] O no
.
Barnier habló antes de la votación, menos para disuadir a los funcionarios electos de votar a favor de la censura que para fijar una fecha en caso de derrocamiento de su gobierno. Francia dedica 60.000 millones de euros al año al pago de los intereses de su deuda, más que a la defensa o a la enseñanza superior, recordó.
Podemos decir lo que queramos, es la realidad. Créanme: esta realidad no desaparecerá por la magia de una moción de censura
advirtió.
Esta censura se produce tras meses de crisis, provocada por la disolución de la Asamblea Nacional deseada por el Jefe de Estado tras la derrota de su bando en las elecciones europeas contra la extrema derecha.
Las elecciones legislativas previstas que siguieron dieron lugar a la formación de una asamblea dividida en tres bloques (alianza de izquierda, macroeconomistas y derecha, extrema derecha), ninguno de los cuales tiene mayoría absoluta. Después de 50 días de negociaciones, a principios de septiembre finalmente se nombró un gobierno de derecha y de centro.
Con información de Agence France-Presse y Reuters