El Tribunal de lo Penal de Venecia condenó este martes a cadena perpetua a un estudiante que mató a puñaladas a su exnovia, un crimen que conmocionó al país y reavivó el debate sobre la violencia contra las mujeres.
El tribunal siguió las requisas de la fiscalía contra Filippo Turetta, de 22 años, por el asesinato en noviembre de 2023 de Giulia Cecchettin, excluyendo determinadas circunstancias agravantes, según el veredicto leído en directo por el presidente del tribunal. El estudiante de ingeniería biomédica en Padua, ciudad universitaria a unos cuarenta kilómetros de Venecia, había recibido al menos 75 puñaladas.
El abogado del acusado, Giovanni Caruso, consideró excesiva la petición de cadena perpetua y afirmó que su cliente, que admitió los hechos, “no era Pablo Escobar”, el famoso narcotraficante colombiano.
En la apertura del juicio en Venecia en septiembre, advirtió contra un “juicio mediático” e insistió la semana pasada en la ausencia de “circunstancias agravantes” como la premeditación. Pero según el fiscal Andrea Petroni, Filippo Turetta actuó con “particular brutalidad” hacia su pareja antes de huir con la víctima en su coche.
“La violencia de género no se puede combatir con sentencias (penas de prisión) sino con prevención”, reaccionó con fuerza Gino Cecchettin, padre de Giulia, tras la lectura del veredicto.
El asesinato de la estudiante de 22 años ha reavivado el debate sobre la violencia contra las mujeres en Italia, donde persisten los comportamientos machistas y sexistas. Miles de personas asistieron a su funeral y su padre imploró a los hombres que “cuestionaran la cultura que tiende a minimizar la violencia por parte de hombres aparentemente normales”.
La hermana de Giulia, Elena, llamó a una revolución cultural, instando a “quemarlo todo”, un mensaje escrito desde entonces en paredes y pancartas, a menudo acompañado de la frase: “El patriarcado mata”.
A finales de noviembre, decenas de miles de personas marcharon en Roma y Palermo (Sicilia) para conmemorar un día internacional contra el feminicidio, muchas de ellas marchando en nombre de Cecchettin. Mientras denuncian la discriminación histórica contra las mujeres y la ausencia de políticas como la educación sexual en las escuelas, algunos activistas acusan al gobierno ultraconservador de Giorgia Meloni de abandonar a las mujeres.
En noviembre, el ministro de Educación, Giuseppe Valditara, generó controversia al declarar que “el patriarcado ya no existe” en la legislación italiana y culpar de la violencia contra las mujeres a la inmigración ilegal. Elena Cecchettin respondió que su hermana había sido asesinada por un “joven italiano blanco”.