Un hombre de Sorel que siente un amor enfermizo por la diputada liberal Marwah Rizqy es acusado por tercera vez de acoso criminal contra el político.
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Claude Delaney, de 64 años, supuestamente lo volvió a hacer a finales de septiembre, un mes después de haber anunciado que había dejado de pensar en ella.
“Tuve un delirio amoroso obsesivo por Madame, caminé dentro de mí, se acabó, no tengo nada que decir, he pasado página”, dijo durante una audiencia ante la Junta de Revisión de Trastornos Mentales.
Sin embargo, supuestamente lo volvió a hacer poco después, por lo que una vez más fue acusado de acoso criminal contra M.a mí Rizqy.
En los últimos años, Delaney ha desarrollado una auténtica fijación por la diputada de Saint-Laurent, enviándole primero una carta de amor, seguida de numerosos mensajes en las redes sociales.
Foto de archivo
Podía utilizar términos como “hermosa princesa”, y luego otros, más virulentos, llegando incluso a insultos y comentarios de carácter sexual. Sus crímenes cometidos en 2022 y 2023 resultaron en que no fuera declarado penalmente responsable por trastornos mentales.
Delirio total
La conclusión del médico fue que en el momento de los crímenes, Delaney padecía un trastorno delirante que le impedía distinguir el bien del mal.
En ese momento, el hombre, que creía firmemente que era un “ex novio” de Marwah Rizqy, pidió al psiquiatra que lo evaluaba en el Instituto Philippe-Pinel que “le diera una última oportunidad”.
Las acciones de Claude Delaney contra Marwah Rizqy fueron motivo de preocupación. En particular, se presentó en uno de sus mítines políticos para pedir ser voluntario. La política estaba embarazada en ese momento.
Delaney también tomó medidas para obtener la dirección de la residencia de Marwah Rizqy, llegando incluso a llamar a la policía para hacer creer que el parlamentario había sido asesinado.
Sin remordimientos
Ante estas declaraciones amenazadoras, el diputado tuvo que beneficiarse de una protección especial. El acoso que sufrió la hizo pensar incluso en dejar la política.
“Sólo espero recuperar mi libertad y llevar una vida normal, el denunciante no tiene absolutamente nada que temer”, mencionó Delaney ante el tribunal.
Sin embargo, si iba a recibir tratamiento, Delaney siempre se negó, con el pretexto de que “no veía la necesidad”.
“No tiene autocrítica, se victimiza, muestra poco remordimiento”, podemos leer en la decisión de la Comisión de Revisión de Trastornos Mentales.
Ante su alto riesgo de reincidencia, los comisionados ordenaron que Delaney permaneciera bajo custodia. Sin embargo, le habían dado carta blanca a su equipo de tratamiento para permitirle salir.
-Con Michaël Nguyen, Diario de Montreal