El Gobierno francés, salvo sorpresas, vive sus últimos días, después de que la extrema derecha anunció el lunes que votaría a favor de una censura sobre las cuestiones presupuestarias que, con los votos de la izquierda, deberían precipitar la caída del ejecutivo en un sumió a Francia desde hace meses en el caos político. “Votaremos a favor de la censura del gobierno”, dijo la principal figura de la extrema derecha, Marine Le Pen. Los votos de la Agrupación Nacional (RN) y de la alianza de izquierda, que también presentó una moción de censura, son suficientes para derrocar al gobierno de centroderecha que carece de mayoría en la Asamblea.
Poco antes, el Primer Ministro Michel Barnier había responsabilizado a su gobierno de haber aprobado sin votación el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social. Ante un hemiciclo acalorado, Michel Barnier, enfrascado desde hace varios días en laboriosas negociaciones, afirmó haber estado “al final del diálogo con todos los grupos políticos”. “Estamos en un momento de la verdad que enfrenta a cada uno con sus responsabilidades”, afirmó. “Creo que los franceses no nos perdonarían que prefiriéramos intereses particulares al futuro de la nación”, añadió.
Unos momentos más tarde, la izquierda radical abandonó la cámara y anunció la presentación de una moción de censura, luego la extrema derecha hizo lo propio, precisando que votaría también a favor de la moción de izquierda. El texto será examinado como muy pronto el miércoles.
Por lo tanto, el gobierno Barnier debería caer, a pesar de las concesiones que ha hecho en los últimos días a la extrema derecha, el árbitro del juego: ningún aumento de los impuestos sobre la electricidad, reducción de la ayuda médica estatal a los extranjeros, renuncia a un menor reembolso de los medicamentos… El lunes, poco antes de la apertura de la sesión de la Asamblea, la RN puso una nueva condición al exigir medidas en materia de pensiones para no censurar al gobierno.
El Senado reduce el presupuesto para la asistencia médica gratuita a extranjeros
El presupuesto asignado a la ayuda médica estatal (AME), que permite recibir tratamiento a los extranjeros sin permiso de residencia regular en Francia, fue reducido mediante votación el lunes en el Senado, con el apoyo del gobierno de centroderecha de Michel Barnier. Apoyado por el ejecutivo, el Senado y su mayoría de centro y derecha adoptaron una medida sensible que reduce este presupuesto en 200 millones de euros, de un total de 1.300 millones, un aumento de más del 9% con respecto a 2024.
La aprobación de una moción de censura sería la primera desde la caída del gobierno de Georges Pompidou en 1962. El gobierno de Barnier, formado en septiembre después de largas y dolorosas negociaciones, se convertiría entonces en el más corto de la historia de la Quinta República.
Francia sigue hundiéndose en la crisis política desencadenada por la disolución de la Asamblea Nacional decidida por Emmanuel Macron en junio, que dio lugar a un hemiciclo fragmentado en tres bloques, ninguno de ellos con mayoría absoluta.
