El deslizamiento de tierra se produjo en las aldeas de Nkubi y Kanenge durante la noche del viernes al sábado durante fuertes lluvias. Testigos afirman que el suelo y las casas construidas con arcilla o madera no resistieron la presión de las corrientes de agua provenientes de las colinas de Nyabibwe.
Los rescatistas de la Cruz Roja y los jóvenes voluntarios comenzaron a buscar a las víctimas, ayudados por máquinas del ejército congoleño.
“Hasta el sábado por la noche se habían encontrado una decena de cadáveres y casas dañadas”, precisa Delphin Birimbi, presidente del grupo de consulta de la sociedad civil de Kalehe. La búsqueda podría continuar este domingo, asegura.
Esta tragedia se produce mientras los habitantes del territorio de Kalehe todavía recuerdan las inundaciones que costaron la vida a más de 450 personas y miles de personas desaparecieron en 2023 en las aldeas de Bushushu y Nyamukubi. Todas las vías de acceso a la zona permanecen cerradas desde entonces.
El administrador de Kalehe, Thomas Bakenga, lamenta esta nueva tragedia. Y requiere especial atención a este territorio.
Senegal
