El contrato de servicios de cinco años para el transporte público de Ginebra (TPG), establecido a principios de noviembre por la mayoría de derechas del Gran Consejo, fue finalmente aceptado el jueves. Los diputados votaron a favor de un crédito de 1.900 millones de francos para los años 2025-2029.
El 1 de noviembre, la votación final no tuvo lugar porque, para sorpresa de todos, una enmienda había validado sólo un primer tramo de 325 millones de francos para el año 2025. Esta modificación dejó obsoleto todo el plan quinquenal, una consecuencia que algunos habían no previsto.
La UDC, que impulsó la enmienda, quería un examen más profundo de esta asignación de 1,9 mil millones de francos que consideraba desproporcionada. Esta suma debería permitir aplicar el plan de acción del transporte público que prevé un aumento de la oferta del 30%.
Los espíritus estaban más tranquilos.
“La polémica (que siguió a la votación del 1 de noviembre) es lamentable, pero el retraso permitió aportar las aclaraciones necesarias a la comisión”, subrayó Jacques Blondin, diputado del Centro. Los votos de su partido habían influido en la votación durante la última sesión, anulando inmediatamente el contrato de servicios.
El jueves los ánimos estaban más tranquilos en el Gran Consejo. Así, el Consejo de Estado presentó una enmienda general que retomaba el plan quinquenal inicialmente negociado con la TPG, subrayando que un contrato de servicio de un año no tendría sentido y no permitiría a los operadores anticipar la evolución prevista en el plan de acción.
Una maniobra de “hecho consumado” para la UDC, una “señal fuerte” para Pierre Maudet
El crédito fue finalmente aceptado por 65 votos contra 10 (UDC) y 19 abstenciones (PLR). El PLR explicó su abstención por la “falta de economicidad en este presupuesto”. La UDC se opuso especialmente porque el contrato de servicios incluye un acuerdo sindical, lo que equivale a una maniobra de “hecho consumado”, según el diputado Michael Andersen.
Los Verdes acogieron con satisfacción una votación que era “esencial para la movilidad del mañana”. Por su parte, el magistrado de control, Pierre Maudet, destacó “una señal fuerte” para el reconocimiento del trabajo de los empleados de TPG. El Consejero de Estado también recordó que este contrato de servicios permitió no aumentar los precios durante los próximos cinco años.