“No se puede mantener el mito de que la obesidad y la incapacidad laboral que provoca se pueden superar sólo con la fuerza de voluntad individual”. El Tribunal Federal hizo pública el jueves una sentencia histórica. La evolución de la legislación y de los conocimientos médicos le obligan a revisar su jurisprudencia sobre el acceso de las personas obesas a una pensión de IA. Anteriormente, la obesidad no daba en principio derecho a pensión porque se consideraba, en definitiva, que los tratamientos podrían permitir superarla. Esta visión era análoga a la que existía para las adicciones.
“No vemos ninguna razón para mantener la jurisprudencia dictada hasta ahora en el ámbito de la obesidad”, afirmó el Tribunal Federal. Juzgó el caso de una mujer de Basilea que padecía una obesidad masiva, con un índice de masa corporal de 58 que le provocaba una inmovilidad de hecho y fuertes dolores. Sin embargo, la AI le denegó una pensión completa, basándose en sentencias anteriores que consideraban que la obesidad no era en sí misma una enfermedad incapacitante.
Para el Tribunal Federal, los argumentos están obsoletos. Las normas anteriores se basaban en analogías con las relativas a las adicciones, pero en 2019 cambiaron. Por ello, también hubo que determinar nuevas normas para la obesidad. “Conviene preguntarse para cada caso particular en qué medida la enfermedad restringe la capacidad de trabajar”, explica el Tribunal.
Aunque este último tome una decisión que facilite el acceso a la IA a las personas obesas, desea señalar que esto no cambia el hecho de que, como ocurre con otras enfermedades, será necesario comprometerse a seguir tratamientos, “como por ejemplo”. terapias dietéticas, medicinales o conductuales o incluso un programa de actividad física”, que condicionan el pago de la pensión. Esto sigue estando previsto en la ley: “el asegurado debe hacer todo lo que razonablemente se le pueda exigir para reducir la duración y el alcance de la incapacidad para el trabajo”.
También el jueves, la Oficina Federal de Estadística publicó nuevas cifras que indican que en 2022 el 43% de los suizos tenían sobrepeso o eran obesos. La obesidad se ha más que duplicado en 30 años, y la proporción de la población afectada ha aumentado del 5% al 12% desde 1992. Los hombres (13%) se ven ligeramente más afectados que las mujeres (11%). En cambio, a los hombres les preocupa mucho más el sobrepeso, ya que el 39% de los hombres lo padecían, frente al 23% de las mujeres. Las estadísticas también muestran que las personas obesas se ven afectadas con mayor frecuencia por enfermedades como la hipertensión o la diabetes.