Mucho más inspirados y guiados por un excelente Habib Diarra, los Leones dominaron a Burundi para terminar el año con una victoria (2-0). Le hicieron una gran oferta final a su entrenador interino, Pape Thiaw, y ven llegar tranquilamente 2025, pensando necesariamente en las clasificaciones para el Mundial de 2026 y la próxima CAN.
Fue una velada sin problemas contables pero que no se debe perder, para no empañar aún más los resultados de un año a medias, y los Leones no fallaron. Ganaron este martes en el estadio Abdoulaye-Wade de Diamniadio, ante Burundi, con un marcador de 2 goles a cero, todavía sin ninguna llama ofensiva real, pero marcando la diferencia en ambos periodos. Les bastaron algunos espacios y dos inspiraciones de Habib Diarra, sin duda el gran hombre de esta reunión, para ofrecerse el cuero cabelludo de los burundeses.
Para su último paso como entrenador interino, Pape Bouna Thiaw, privado de Pape Gueye (molestias musculares), optó por prescindir del 4-2-3-1 de la victoria sin garbo contra Burkina Faso (1-0), el jueves, y alinear un 4-3-3, donde el centro del campo estuvo compuesto notablemente por Idrissa Gueye y Pape Matar Sarr, con Chérif Ndiaye al frente del ataque e Iliman Ndiaye como lateral derecho. Si bien el jugador del Everton causó estragos en varias ocasiones en la defensa burundesa, fue sobre todo Habib Diarra quien brilló esta tarde en el Stade Abdoulaye-Wade.
Diarra irresistible
Muy justo y, como siempre, muy activo, el jugador de Estrasburgo realizó un partido impresionante y fue él quien permitió a Senegal, dominando en una ocasión real, marcar la diferencia. Encontrado en un buen pase de Kalidou Koulibaly, el centrocampista de 21 añoss concluiría una magnífica acción colectiva, tras en particular un magnífico intercambio con Iliman Ndiaye (1-0, 35. En el proceso, nuevamente encontrado por su compañero del día Ndiaye, el número 6 de los Leones dobla y conecta un golpe capturado por el portero Jonathan Nahimana (37º).
El capitán del Estrasburgo, único autor del triunfo ante Burkina Faso, tenía muchas ganas de demostrar en este encuentro que estaba preparado para asumir mucho más que un papel suplente. Por lo tanto, continuó después de regresar del vestuario, duplicando la apuesta, una vez más por un buen margen.qué, tras un magnífico servicio del entrante Cheikh Tidiane Sabaly (2-0, 51). Habib Diarra, por tanto, hizo todo lo posible para su novena selección, y también es mérito de su entrenador interino, Pape Thiaw, que confió en él en su puesto preferido.
Leones silenciosos
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