Debido al desplazamiento, los ataques a los servicios de salud y las dificultades para acceder a la ayuda humanitaria, la ya desesperada situación nutricional de los niños de Gaza continúa empeorando en el norte del enclave palestino, han advertido funcionarios humanitarios de las Naciones Unidas.
Tras la escalada de hostilidades, las órdenes de evacuación y el fortalecimiento del asedio en el norte de Gaza, los socios del centro de nutrición tuvieron que interrumpir todas sus actividades. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas, esto incluye el tratamiento y la alimentación suplementaria para niños y personas que padecen desnutrición aguda.
Además, el desplazamiento masivo de poblaciones del norte de Gaza a la ciudad de Gaza ha provocado retrasos en la detección y el inicio del tratamiento de los casos de desnutrición. Según OCHA, esto comprometió el seguimiento necesario de los niños que ya estaban en tratamiento.
Sin embargo, la drástica caída en el número de camiones comerciales que entran en la Franja de Gaza no sólo ha hecho subir los precios de los productos básicos y ha amenazado la estabilidad del mercado, sino que también ha empeorado el estado nutricional de niños y mujeres vulnerables que desde hace meses tienen un acceso muy limitado. a alimentos, agua y productos de higiene adecuados.
El hambre contribuye al ausentismo en los centros de aprendizaje
A una situación ya preocupante se suma la reducción del espacio humanitario y las continuas complicaciones de la cadena de suministro, incluida la imposibilidad de recolectar suministros de manera confiable en el cruce de Kerem Shalom debido a la inseguridad y el riesgo de saqueos, que impidieron la cobertura total de las necesidades, a pesar del posicionamiento previo de suministros adecuados. cantidades de suministros fuera de Gaza.
La escasez de alimentos también tiene graves consecuencias para las mujeres embarazadas, cuyos bebés tienen más probabilidades de nacer con complicaciones de salud. Además, las nuevas madres son cada vez más incapaces de amamantar, lo que aumenta el riesgo de que los bebés contraigan enfermedades infecciosas, especialmente a medida que se acerca el invierno, detalló la OCHA en su último informe de situación.
Además, los socios del centro educativo señalan que vivir en un estado de inseguridad alimentaria persistente, junto con la violencia y el desplazamiento continuos, ha tenido profundos efectos psicológicos en los niños en edad escolar que experimentan “altos niveles de ansiedad, depresión y trauma. Esto hace que les resulte cada vez más difícil concentrarse y participar en actividades de aprendizaje.
“El hambre también contribuye al ausentismo debido a fatiga o enfermedad, lo que perturba el progreso académico de los niños”, insistió OCHA.
Colapso de los sistemas alimentarios
En términos más generales, la inseguridad y los saqueos, alimentados por la ruptura del orden público y la seguridad en la zona alrededor del cruce de Kerem Shalom, combinados con los obstáculos al acceso en la Franja de Gaza, continúan perturbando significativamente la cadena de suministro.
En estas condiciones, la gente recurre cada vez más a las estrategias más severas para afrontar la situación, como reducir la ingesta de alimentos de los adultos en beneficio de los niños.
“Debido a las distribuciones muy limitadas de paquetes de alimentos y productos frescos en las gobernaciones del centro y del sur, los datos de seguimiento de los socios mostraron que un número cada vez mayor de hogares sufren hambre severa”, detalló OCHA, recordando que los socios debían dar prioridad a los hogares que no habían recibido ayuda durante más de dos meses.
En total, en octubre, alrededor de 1,7 millones de personas, o el 80% de la población, no recibieron sus raciones mensuales de alimentos en la Franja de Gaza, frente a 1,4 millones en septiembre y un millón en agosto.
Según la OCAH, la población ya no tiene medios para hacer frente a la situación, los sistemas alimentarios han colapsado y el riesgo de hambruna persiste, lo que exige una reanudación inmediata y a gran escala de los flujos de suministros humanitarios en la Franja de Gaza.
Fuente: ONU