Estas personas, de entre 22 y 65 años, comparecerán durante un mes y medio por su presunta participación en el atentado contra el profesor, decapitado el 16 de octubre de 2020 por Abdoullakh Anzorov.
Un segundo juicio, cuatro años después del asesinato del profesor Samuel Paty. Mientras que seis menores fueron condenados por un tribunal de menores a finales de 2023, el juicio de ocho adultos se abre ante el tribunal especial de París el lunes 4 de noviembre. Se les acusa de estar implicados, en diversos grados, en la muerte del profesor de historia y geografía, apuñalado y luego decapitado, el 16 de octubre de 2020, cerca de su colegio de Conflans-Sainte-Honorine (Yvelines). El asesino, Abdoullakh Anzorov, un refugiado de la República Rusa de Chechenia, fue asesinado en el proceso por la policía.
Dos familiares de este islamista radicalizado de 18 años son destituidos por complicidad en un asesinato terrorista, el delito más grave, porque se sospecha que tenían un conocimiento preciso de su proyecto. Se enfrentan a cadena perpetua. Otras seis personas están procesadas por asociación criminal terrorista, pena castigada con treinta años de prisión. Franceinfo vuelve a los perfiles de estos acusados, cuyo juicio está previsto hasta el 20 de diciembre.
Azim Epsirkhanov y Naïm Boudaoud, amigos del atacante
Azim Epsirkhanov, ciudadano ruso que llegó a Francia cuando tenía nueve años en 2010, conocía a Abdoullakh Anzorov desde la escuela primaria, según declaró su madre durante la investigación. Este joven de 23 años, residente en Evreux (Eure), residente en la comunidad chechena, vivía en Rouen con su novia en el momento de los hechos. El 15 de octubre, la víspera del atentado, Abdoullakh Anzorov lo visitó en compañía de un conocido, Naïm Boudaoud, que ahora tiene 22 años. Esto es descrito por la fiscalía como “particularmente vulnerable” y “influyente” más “sin ningún signo visible de radicalización violenta”.
Los tres jóvenes van a una cuchillería de Rouen para comprar un cuchillo que coincide con el encontrado en la escena del crimen. Azim Epsirkhanov también admite haber intentado, en vano, encontrar una pistola para su amigo de la infancia. Al día siguiente, Abdoullakh Anzorov pidió a Naïm Boudaoud que le llevara a una tienda de Cergy (Val-d’Oise) para comprar dos pistolas de perdigones. Uno de ellos fue encontrado en el lugar del ataque y el otro en la casa de Naïm Boudaoud.
Esa misma noche, los dos jóvenes fueron detenidos por la policía. Durante los interrogatorios, Azim Epsirkhanov aseguró que Abdoullakh Anzorov no había hablado con él sobre la polémica en la escuela, surgida a raíz del curso impartido por Samuel Paty sobre caricaturas de Mahoma. Dijo también que no conocía la finalidad de las armas buscadas, ya que Abdoullakh Anzorov les aseguró que el cuchillo era un regalo para su abuelo. Contactada por franceinfo, su abogada, Sarah Valduriez, no quiso comentar estos elementos.
Naïm Boudaoud niega también tener conocimiento del proyecto de Abdoullakh Anzorov. Su abogado, Hiba Rizkallah, recuerda que“nunca se estableció, durante las investigaciones, que tuviera conocimiento de la existencia del señor Paty y de la polémica dentro del colegio”. Su cliente, para quien pretende declararse absuelto, se encuentra en prisión preventiva desde hace cuatro años como “una injusticia”.
Brahim Chnina, el hombre que convocó a la movilización contra Samuel Paty
De nacionalidad marroquí, Brahim Chnina, de 52 años, es el padre de la colegiala que acusó a Samuel Paty de haber mostrado caricaturas de Mahoma consideradas obscenas. La niña de 13 años, que efectivamente estuvo ausente de clase ese día, fue condenada a 18 meses de prisión suspendida por denuncia calumniosa.
Brahim Chnina, cofundador de Aide-moi, una asociación que ayuda a las personas con movilidad reducida a peregrinar a La Meca, está acusado de haber lanzado, junto con el activista islamista Abdelhakim Sefrioui, una campaña de ciberacoso contra el profesor. Los días 7 y 8 de octubre de 2020 publicó videos en redes sociales para estigmatizar a Samuel Paty y designarlo como objetivo, al revelar su identidad y su lugar de trabajo. También se presentó en la universidad con Abdelhakim Sefrioui para exigir el despido del profesor por “mostrando una foto del profeta desnudo” en clase. Samuel Paty luego presentó una denuncia por difamación.
Entre el 9 y el 13 de octubre, Brahim Chnina mantuvo también nueve contactos telefónicos con Abdoullakh Anzorov. Después del ataque, explicó que había registrado su número en su directorio para informarle, como a otras personas, de una manifestación prevista frente al colegio, según sus declaraciones ante los jueces de instrucción. Pero aseguró que no tenía ninguna relación con “el asesino” y que no tenia “incitó a alguien a matar” Samuel Patty.
Si los jueces de instrucción consideraron que Brahim Chnina no tenía en realidad un conocimiento preciso de los proyectos de Abdoullakh Anzorov, consideraron que su acción concertada con el predicador Abdelhakim Sefrioui había “contribuyó a la comisión” del ataque. Contactado por franceinfo, su abogado, Nabil El Ouchikli, no quiso hablar antes del juicio.
Abdelhakim Sefrioui, activista islamista del colectivo pro-Hamas Cheikh Yassine
Abdelhakim Sefrioui, franco-marroquí de 65 años, es un activista islamista, fundador del colectivo pro-Hamas Cheikh Yassine, disuelto el 21 de octubre de 2020. Se le acusa de haber participado con Brahim Chnina. “la producción y difusión de vídeos que presenten información falsa o distorsionada destinada a suscitar un sentimiento de odio” respecto a Samuel Paty.
A partir de imágenes filmadas frente a la entrada de la universidad, Abdelhakim Sefrioui realizó un montaje de vídeo, publicado en YouTube el 11 de octubre, en el que denuncia una Francia islamófoba. Describe a Samuel Paty como “maestro matón”. Durante el interrogatorio, explicó que nunca habría publicado su vídeo si hubiera habido “una milmillonésima posibilidad de que eso ocurra [l’attentat] llegar”. “Sólo queríamos sanciones administrativas” contra Samuel Paty, sostiene. Para la acusación, Abdelhakim Sefrioui había, por el contrario, “la clara intención de dirigirse a un público sensibilizado o radicalizado por la cuestión de las caricaturas, en relación con los llamamientos al asesinato difundidos en septiembre por organizaciones terroristas” tras la reedición de las caricaturas durante el juicio por los atentados de enero de 2015.
Sus abogados denuncian “Aberración intelectual y judicial”creyendo que no se estableció ningún contacto entre su cliente y Abdoullakh Anzorov y que no hay pruebas de que el atacante haya visto el vídeo publicado cinco días antes del ataque. “Al final se le critica por no haber anticipado lo inimaginable (…) No tenía una bola de cristal”critica a Vicente Brengarth. Durante el juicio, el abogado pretende pedir la absolución.
Priscilla Mangel, activa en la yihadósfera y vinculada al asesino
Este treintañero, militante del Islam radical desde la adolescencia, intercambió numerosos mensajes con Abdoullakh Anzorov, sobre todo en los días anteriores al atentado, según la fiscalía. Hablaron a través de una cuenta en Twitter que ella eliminó inmediatamente tras el asesinato de Samuel Paty. Hablaron en particular de los vídeos realizados por Brahim Chnina. Para los jueces de instrucción, Priscilla Mangel, bajo supervisión judicial desde el 25 de junio de 2021, no pudo “no ignoren el impacto de sus publicaciones y sus intercambios con individuos radicalizados, ni el contexto de altísimas amenazas terroristas”.
Los magistrados instructores consideran de hecho que “participó en la preparación” de “proyecto” del asesino, no sólo en vista de sus intercambios con él, sino también “al presentarle como blasfemo el rumbo de Samuel Paty” y “al referirse a una guerra de instituciones contra los musulmanes”. A “incidencia” sobre el ataque que la interesada niega formalmente, según su abogado. “Priscilla Mangel cree que no consoló al autor del crimen en su acción, cosa que no podía imaginar”explica Margot Pugliese a franceinfo.
Yusuf Cinar, Ismaïl Gamaev y Louqmane Ingar, miembros de grupos de Snapchat con el terrorista
Estos tres jóvenes están acusados de haber brindado apoyo ideológico al terrorista. De nacionalidad turca y sin escolarizar a los 14 años, Yusuf Cinar, de 22 años, compartía un grupo de Snapchat llamado “Zbrr” con Abdoullakh Anzorov, a quien consideraba “un amigo cercano”incluso “como un hermano”. Este grupo, que difundía propaganda yihadista, publicó tras el atentado el mensaje de las reivindicaciones del terrorista y fotografías del cadáver de Samuel Paty. Yusuf Cinar, cuyo encarcelamiento estuvo marcado por numerosos incidentes, aparecerá detenido.
Ismaïl Gamaev, un ruso de origen checheno que también tenía 22 años, llegó a Francia en 2013 y, según la fiscalía, “participó activamente” con Abdoullakh Anzorov y Louqmane Ingar en otro grupo de Snapchat llamado “Estudiantes de Medicina”, en el que intercambiaban mensajes de carácter yihadista. En particular, habría “consoló a Abdoullakh Anzorov” en su plan de asesinato en las semanas previas al acto. También publicó emoticonos sonrientes después de que la cabeza decapitada del maestro fuera publicada en el grupo de Snapchat. Ismaïl Gamaev se encuentra bajo supervisión judicial tras dos años de prisión preventiva.
Louqmane Ingar, también de 22 años, está acusada de haber administrado y “participó activamente” al mismo grupo de Snapchat. Planeaba, según los jueces, abandonar Francia para ir a Afganistán o Siria. “en las filas de una organización terrorista”. Pasó un año en prisión preventiva antes de ser puesto bajo supervisión judicial en noviembre de 2021.