Después de catorce años de trabajo parlamentario, las Cámaras Federales aprobaron en diciembre pasado una reforma de la Ley del Seguro de Enfermedad (LAMal), sobre la cuestión muy técnica de la financiación de los servicios de salud. Se trata del proyecto denominado “Financiamiento uniforme de servicios ambulatorios y hospitalarios”, que lleva por las siglas EFAS.
Si bien la mayoría de los círculos sanitarios acogieron favorablemente esta reforma, el Sindicato de Servicios Públicos (SSP) lanzó un referéndum que está a punto de ser un éxito, según informa el periódico “Le Temps”. El asesor nacional y presidente de la SSP, Christian Dandrès (PS/GE), confirma que se han recogido 57.000 firmas que serán depositadas en la Cancillería federal el 18 de abril. Lo que significa que el tema probablemente se someterá a votación el próximo mes de septiembre.
La SSP critica esta reforma por dar demasiado poder a los fondos sanitarios, que podrán gestionar unos 11.000 millones de francos de dinero público al año “además de las primas que ya recaudan, y ahora podrán decidir con bastante libertad cómo distribuir estas sumas colosales. Para el sindicato, esto crea las condiciones para una “orientación de nuestro sistema sanitario hacia el beneficio y para que los cantones puedan ahorrar aún más para la atención básica en los hospitales públicos, los servicios médicos de emergencia y la atención domiciliaria”.
En el Parlamento, EFAS contó con el apoyo de una alianza heterogénea donde encontramos el paraguas de los médicos (FMH), el de los hospitales (H+), las compañías farmacéuticas (Interpharma), Economiesuisse y finalmente el de las aseguradoras Curafutura (pero no santésuisse). Todos creen que esta reforma reducirá los costes sanitarios y, por tanto, las primas.
En el sitio web de la SSP, Pierre-Yves Maillard (PS/VD) recuerda que votó en contra de esta reforma: “En general, la Oficina Federal de la Seguridad Social afirma que las primas aumentarán un 42% en diez años si introducimos el EFAS y que aumentarán en un 45% sin EFAS. Estamos entre el horror y el infierno, lo que demuestra, en primer lugar, la completa falta de ambición del Consejo Federal y de la mayoría del Parlamento ante el shock de las primas que se avecina.
Pierre-Yves Maillard señala que no todas las aseguradoras están a favor del EFAS. Los agrupados en santésuisse se oponen a ello, porque están más cerca de un cierto control de costes. Los partidarios de EFAS se pueden encontrar en Curafutura (CSS, Helsana, Sanitas, KPT:). “Su plan es hacerse con el control del sistema”, lamenta. Tienen la idea de cambiar el papel del asegurador para que ya no sea un simple pagador de servicios, sino un verdadero actor integrado, donde encontramos al mismo tiempo el asegurador privado, el seguro básico y el proveedor de servicios. alineados en una integración vertical. Ese es el proyecto ideológico y por eso su adversario es el Estado y por tanto el servicio público”.
