Cómo la familia bretona Rolland pasó de los helados a los hoteles parisinos

Cómo la familia bretona Rolland pasó de los helados a los hoteles parisinos
Cómo la familia bretona Rolland pasó de los helados a los hoteles parisinos
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Como suele ocurrir en Bretaña, el espíritu empresarial es un asunto de familia. Entre los Rolland, se sucedieron cuatro generaciones a partir de una granja, en su cuna de Plouédern (29), cerca de Brest, a finales del siglo XIX. “Mis abuelos eran comerciantes de mantequilla, luego ampliaron su negocio a la nata y la leche. Fue mi padre Yves quien tomó las riendas de la empresa en 1964 y dio el impulso industrial lanzándose al helado en 1977, bajo la marca Flipi, que se convirtió en líder de las marcas blancas. » Desde uno de sus establecimientos hoteleros, a dos pasos del lujoso Louis Vuitton, en los Campos Elíseos, en el elegante distrito 8 de París, Lionel Rolland sigue orgulloso de esta historia bretona. Aunque en 2010 se alejó un poco de Bretaña, adonde regresó para pasar las vacaciones.

“Se siente bien pasar de un mercado en el que tienes diez clientes a un mercado en el que tienes siete mil millones”

“París es una apuesta segura”

Ese año, su familia dio un giro de 180 grados. Después de un siglo centrado en la agricultura y la agroalimentación, el clan Rolland vendió su fábrica a la empresa británica R&R Ice-cream, que entonces empleaba a 500 personas y facturaba 118 millones de euros. “Fue una decisión difícil de tomar en ese momento”, recuerda Lionel. La preocupación era alta en la región. Desde entonces, tras los movimientos capitalistas, la empresa se ha convertido en Froneri y, afortunadamente, las inversiones se han multiplicado, lo que hace las delicias del empresario, ahora centrado en hoteles de tres y cuatro estrellas en París.

Su hermana Nelly, con quien comparte la codirección de Great Hotels Paris (GHP), es una pionera. “Estudió administración hotelera y empezó, sola, con un hotel en París. » El resto de la familia quedó convencida. ¿Por qué esta elección de la capital francesa? “Porque París no tiene estacionalidad y París siempre será París”, sonríe Lionel Rolland. Es una apuesta segura. »

GHP emplea a 180 personas y factura 37 millones de euros. Con una adquisición por año, en promedio, actualmente posee doce negocios. También puede contar con la start-up Doyield, creada en 2019 en marketing digital. Otra de sus empresas gestiona una treintena de hoteles para inversores. ¿Sin nostalgia del helado? “Se siente bien pasar de un mercado con diez clientes (distribución masiva, nota del editor) a un mercado con siete mil millones”, sonríe Lionel Rolland.

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