Los cambios legislativos permitirán a los consumidores quebequenses estar mejor protegidos a partir de este año. Esto es lo que realmente implican estos cambios.
Publicado ayer a las 15:43.
Nuevas sanciones financieras
Desde el 5 de enero de 2025, el presidente de la Oficina de Protección al Consumidor (OPC) puede imponer sanciones monetarias administrativas en caso de incumplimiento de las Ley de protección al consumidor (LPC).
El monto de estos se determina de acuerdo a la gravedad del incumplimiento observado, pudiendo alcanzar un máximo de $1750 para un particular y $3500 en los demás casos. Esta sanción podría imponerse por cada día durante el cual continuara la violación.
“La principal ventaja es la rapidez con la que pueden imponerse a los comerciantes, fabricantes o anunciantes que cometen infracciones objetivamente observables de determinadas disposiciones de la LPC o de sus normas de aplicación”, afirmó el organismo público en un comunicado.
Multas más altas
Al mismo tiempo, las multas que recibirán los culpables en caso de procesamiento penal serán más altas que antes. Dependiendo de la gravedad del delito, ahora pueden alcanzar, por cargo, hasta 87.500 dólares para un individuo y 175.000 dólares en otros casos.
“En determinadas situaciones, el tribunal podría incluso imponer una multa equivalente al 5% del volumen de negocios global de la empresa”, subraya la OPC en su comunicado de prensa.
Propina, comida y compensación.
En primavera entrarán en vigor nuevas normas.
Uno de ellos debería complacer a muchos consumidores, aturdidos por las múltiples formas de presentar las opciones de propina en los terminales de pago. A partir de mayo de 2025 deberán calcular los porcentajes sobre el importe de la factura antes de impuestos. Además, las distintas opciones de propina deben presentarse de manera neutral, incluida la opción de no dejar propina.
Al mismo tiempo entrará en vigor otra medida en los supermercados: los minoristas deberán indicar claramente si un alimento está sujeto a impuestos o no, y el precio de venta para los no miembros de un programa de fidelización tendrá que ser claro.
También a partir de mayo, en los comercios con lectores ópticos en la caja, cuando un cliente note un error en el precio al pagar, el importe máximo de compensación proporcionado aumentará de 10 a 15 dólares.
Reparabilidad de los bienes
En octubre de 2025 entrarán en vigor medidas que promueven el mantenimiento y reparación de bienes.
Los repuestos proporcionados por los fabricantes deben poder instalarse con herramientas comunes. Deberá estar disponible la información necesaria para el mantenimiento o la reparación de bienes que puedan requerir trabajos de mantenimiento. “También estará prohibido utilizar una técnica que tenga por efecto dificultar el mantenimiento o la reparación de los bienes”, se lee en el comunicado de prensa de la OPC.
En cuanto a los automóviles, los fabricantes deberán facilitar el acceso a sus datos con fines de diagnóstico, mantenimiento o reparación.
Préstamo de coche
Otras medidas relacionadas con el crédito para automóviles deberían entrar en vigor en una fecha aún no determinada. “Por ejemplo, la transferencia del saldo de una deuda a un nuevo contrato de crédito o de alquiler a largo plazo sólo podría permitirse bajo ciertas condiciones para evitar situaciones excesivas en las que el consumidor corre el riesgo de caer en una espiral de endeudamiento”, se escribe en el comunicado de prensa.
Las protecciones vinculadas a los contratos de alquiler a largo plazo podrían armonizarse más con las de las ventas a plazos.
Y en 2026…
Sin embargo, habrá que esperar hasta octubre de 2026 para que entre en vigor una nueva normativa vinculada a la garantía de buen funcionamiento aplicable a los siguientes nuevos productos: estufas, frigoríficos, congeladores, lavavajillas, lavadoras, secadoras, televisores, ordenadores, tablets. , teléfonos móviles, videoconsolas, aires acondicionados y bombas de calor. Cuando uno de estos bienes presente defecto en el plazo previsto por la norma, el consumidor tendrá derecho a su reparación, a costa del comerciante o fabricante.
Los cambios enumerados en este texto provienen de la adopción, en 2023 y 2024, del Ley que protege a los consumidores contra la obsolescencia programada y promueve la durabilidad, reparabilidad y mantenimiento de los bienes así como el Ley que protege a los consumidores contra prácticas comerciales abusivas y proporciona mejores precios y transparencia crediticia.