Un empleado de Desjardins ayudó a los estafadores a estafar varias decenas de miles de dólares a la institución financiera abriéndoles varias cuentas bancarias falsas a cambio de una compensación.
En una decisión hecha pública, el comité disciplinario de la Cámara de Seguridad Financiera ordenó la inhabilitación por 10 años de Lalla Abdoulaye Dan Maradi, ex empleada de la Caisse Desjardins de Gatineau, por haber participado en una trama de fraude.
En la primavera de 2022, Ma mí Dan Maradi abrió siete cuentas a estafadores con identidades falsas y luego emitió tarjetas de débito y crédito a nombre de clientes ficticios.
Irónicamente, M.a mí Dan Maradi trabajaba como líder de equipo y tenía “responsabilidades de prevención de fraude”.
maceta de rosas
Según los documentos del comité disciplinario, el pot aux roses fue descubierto unos meses más tarde durante un “seguimiento diario de los casos de fraude”. METROa mí Dan Maradi se reunió dos semanas después. Luego confesó su delito.
Circunstancia agravante, Ma mí Los defraudadores ofrecieron a Dan Mara una “remuneración del 10% del importe total obtenido de sus fraudes”, se lee en la decisión.
“Aunque esta compensación no le fue pagada, durante la reunión entre el demandado y los investigadores de Desjardins, ella recibió y aceptó una transferencia Interac de 2.000 dólares de uno de los estafadores”, se especifica también.
Aunque se descubrió rápidamente, este engaño “provocó pérdidas monetarias de varias decenas de miles de dólares para Desjardins”, subraya el comité disciplinario.
“La situación es tanto más deplorable si se tienen en cuenta las funciones y responsabilidades que desempeñaba, precisamente en términos de fraude con su empleador”, señala el comité.
Un delito muy grave
Una baja de 10 años no es un tirón de orejas, pero el comité disciplinario precisa que “entra dentro del ámbito de las sanciones impuestas […] por delitos de la misma naturaleza.
La decisión también cita otro caso, el caso Niang de 2018, al final del cual se impuso al demandado una sanción más severa: la inhabilitación perpetua.
En este caso, el Sr. Ousmane Niang también había abierto cuentas ficticias, pero también las había utilizado para transferir fondos a su cuenta personal. El señor Niang también trabajó para Desjardins.