Joe Biden anunció el viernes que bloquearía la adquisición prevista de la gran siderúrgica estadounidense US Steel por parte del gigante japonés Nippon Steel, una decisión muy política que corre el riesgo de crear tensiones con Tokio.
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3 de enero de 2025 – 16:48
(Keystone-ATS) Esta fusión, que sacude las esferas económica y política de ambos países desde hace un año, “colocaría a uno de los mayores productores de acero estadounidenses bajo control extranjero y plantearía riesgos para nuestra seguridad nacional y nuestras cadenas de suministro esenciales”, justificó el presidente estadounidense saliente.
Estados Unidos es el mayor importador de acero del mundo, un sector abrumadoramente dominado por China.
“Nunca dudaré en actuar para proteger la seguridad de este país y sus infraestructuras”, insistió el demócrata de 82 años, a quien sus asesores habían advertido de las posibles consecuencias diplomáticas de este bloqueo, según la prensa estadounidense.
Joe Biden, gran defensor de la reindustrialización estadounidense, también ha trabajado durante cuatro años para relanzar las alianzas internacionales de Estados Unidos, particularmente en Asia.
Lideró una diplomacia particularmente activa con Japón, considerado un aliado estratégico en la región.
Pero, por lo tanto, en esta cuestión del acero optó por anteponer las consideraciones internas.
Ya no había dudado en provocar una crisis con Francia en 2021 al arrebatarle un gigantesco contrato de submarinos a Australia.
Trump también se opuso
Joe Biden deberá ceder el poder el 20 de enero al republicano Donald Trump.
El presidente electo, que hizo campaña con un mensaje de soberanía económica y proteccionismo, también aseguró que impediría esta toma amistosa del poder, anunciada inicialmente en diciembre de 2023.
Un panel encargado de evaluar las consecuencias de una posible toma de control sobre la seguridad nacional de Estados Unidos se negó a pronunciarse a finales de diciembre, remitiendo la cuestión a Joe Biden, que tenía 15 días para decidir.
La operación se encuentra en el centro de la campaña presidencial estadounidense de 2024, porque se refiere principalmente a Pensilvania, un estado electoralmente estratégico, que es también la cuna de las acerías en Estados Unidos.
El muy influyente sindicato de trabajadores metalúrgicos estadounidenses se opuso enérgicamente a la fusión, que Nippon Steel describió en cambio como un verdadero salvavidas para un sector industrial en dificultades.
El grupo japonés se esforzó en superar las reticencias de Joe Biden ofreciendo múltiples garantías y condiciones atractivas.
En particular, según la prensa, propuso que el gobierno americano tuviera derecho de veto sobre cualquier posible reducción de la producción de US Steel en Estados Unidos.
La siderúrgica japonesa también se comprometió a mantener el empleo y había prometido al menos 2.700 millones de dólares en inversiones en plantas industriales sindicalizadas, así como una bonificación de 5.000 dólares para los empleados de US Steel en caso de adquisición.
US Steel, por su parte, también hizo campaña a favor de esta adquisición, descrita como una forma de “luchar contra la amenaza competitiva de China” y garantizar la prosperidad futura de la empresa.