La protección de la propiedad intelectual es decisiva para Suiza y su economía. El Grupo de Expertos en Propiedad Intelectual (EGIP) desempeña un papel decisivo en la representación de los intereses de la economía en este ámbito. Desde hace años se compromete a reforzar y desarrollar la protección de la propiedad intelectual en Suiza. La nueva presidenta Myrtha Hurtado Rivas explica cómo pretende no sólo garantizar las innovaciones creativas y técnicas sino también asegurar su valorización comercial.
La protección de la propiedad intelectual está ganando importancia para la economía: ¿cuáles cree que son los principales desafíos?
El campo de la propiedad intelectual contiene múltiples desafíos, reforzados hoy por desarrollos tecnológicos como la inteligencia artificial (IA) y blockchain. Suiza cuenta con un marco jurídico probado para garantizar la protección de la propiedad intelectual. Sin embargo, es importante comprobar constantemente si este marco debe adaptarse para tener en cuenta las nuevas realidades. El rápido desarrollo de la IA y la cadena de bloques crea desafíos considerables con respecto a las leyes existentes, particularmente en lo que respecta a los derechos de autor y las leyes de patentes. Es crucial que Suiza no sólo siga las tendencias internacionales, sino que también preserve sus intereses específicos.
¿Cuál es el papel de la propiedad intelectual en la capacidad de innovación de Suiza?
La propiedad intelectual desempeña un papel decisivo en la capacidad de innovación de Suiza. No es casualidad que nuestro país se encuentre regularmente entre los líderes mundiales en innovación. Basta mirar el “Índice de Innovación Global 2024” de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Un sistema sólido de derechos de propiedad intelectual (DPI) protege importantes inversiones en investigación y desarrollo y, por lo tanto, en innovación. Un sistema de este tipo crea incentivos para las inversiones y permite que Suiza siga siendo atractiva para las empresas e inversores nacionales y extranjeros. Además, al permitir que las nuevas empresas y las pequeñas y medianas empresas protejan sus innovaciones y tecnologías, el sistema de derechos de propiedad intelectual las apoya. Este sistema permite una estrecha cooperación entre empresas, universidades e institutos de investigación, lo que fomenta y facilita la transferencia de conocimientos y la concesión de licencias de tecnologías. Por lo tanto, un sistema de DPI sólido es claramente un pilar de la capacidad de innovación de Suiza.
¿Cuáles son sus objetivos como nuevo presidente de EGIP?
Me he fijado dos objetivos principales, con el deseo de continuar y desarrollar la importante acción de nuestro grupo. Con los miembros de EGIP, tengo la intención de hacer un seguimiento del sistema de DPI para que siga fomentando la inversión en investigación y desarrollo. Esto va de la mano con la defensa de los intereses de la economía en los debates en los círculos políticos y jurídicos, con el objetivo de fortalecer un entorno favorable a la innovación y el crecimiento. Intentaremos influir en los avances internacionales en el campo de la propiedad intelectual y fortalecer la posición de Suiza como pionera en este ámbito. Espero que estos esfuerzos colectivos hagan de EGIP una plataforma influyente para la protección y promoción de la propiedad intelectual en Suiza.
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