Encuesta: Los quebequenses tienen muy mala opinión de Northvolt

Encuesta: Los quebequenses tienen muy mala opinión de Northvolt
Encuesta: Los quebequenses tienen muy mala opinión de Northvolt
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La mala prensa, las dificultades financieras y las controversias relacionadas con la falta de una evaluación medioambiental de su proyecto de fábrica de baterías le han costado caro a Northvolt en la opinión pública, según una nueva encuesta de Léger.

“Estamos en una situación muy negativa”, afirma sombríamente el vicepresidente de Léger Marketing, Sébastien Dallaire.

De hecho, sólo el 10% de los quebequenses tienen una percepción positiva de Northvolt, mientras que el 40% afirma tener una opinión negativa. Lion Électrique obtiene mejores resultados: una persona de cada cinco (19%) tiene una buena opinión sobre él, frente a una persona de cada 4 (24%) que tiene una percepción negativa.

“Sin duda, la gente ha oído hablar de los problemas de liquidez en Northvolt. Debe haber contribuido a este resultado”, reflexiona el profesor de estrategia Yan Cimon, en una entrevista con El diario.

“Y en el comportamiento individual, los estudios nos muestran que el miedo a perder suele ser más fuerte que el deseo de ganar. Esto significa que tan pronto como hay una pérdida, hay una fuerte percepción negativa asociada a ella”, explica.

“Luego, en el caso de Northvolt, toda la cuestión del medio ambiente y la ausencia de un BAPE tuvieron un impacto significativo en la psique de los quebequenses”.

Aún desconocido

No podemos ignorar el hecho de que el 50% de los encuestados declararon que no conocen Northvolt o lo conocen muy poco.

Para Yan Cimon, este desconocimiento se debe a que la empresa sueca no goza de la misma notoriedad que empresas más consolidadas que trabajan en el sector de la electrificación del transporte, como GM.

“La gente está más familiarizada con los productos terminados que con los actores de la cadena de suministro”, explica el profesor.

Por tanto, a Cimon no le sorprende el “escepticismo” de la población respecto a las ayudas públicas a Northvolt.

“Es saludable ver que el público cuestiona la forma en que el gobierno invierte los fondos estatales. Esto no significa que el gobierno no deba hacerlo, pero refuerza la idea de que debe hacerlo de manera responsable para garantizar el mejor retorno posible para el conjunto de la sociedad”, concluye.

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