Pensó que muy pronto podría dar en adopción a sus siete bebés bóxer. Pero los procedimientos son más complicados de lo esperado. “El sitio anibis.ch rechazó mi anuncio porque mis cachorros no tienen chip ni están registrados en Amicus”, se lamenta un habitante de Friburgo. Nacidos a principios de noviembre, los pequeños tienen cita con el veterinario a principios de enero para la implantación del chip electrónico y su registro en la base de datos nacional. Lo suficiente como para retrasar su adopción.
“No puedo reunirme con familias mientras espero, aunque es fundamental crear un vínculo con el perro desde que es muy pequeño. Y no quiero confiar mis cachorros a cualquiera. Quiero ver a la gente varias veces antes de dejarles ir con ellos”, protesta la que pensaba que podía colocar bebés de dos meses. Sin mencionar que “es un trabajo enorme” y “es caro” mantener tal alcance.
El sitio explica que esta condición, introducida en 2021, permite “garantizar que todos los perros puestos a la venta estén ubicados en Suiza y registrados ante las autoridades competentes”. Según la Ordenanza sobre epizootias, el animal debe ser identificado mediante un chip a más tardar tres meses después de su nacimiento y antes de ser trasladado por el criador con el que nació. Según la Sociedad de Veterinarios Suizos, el chip se suele realizar durante las primeras vacunaciones, a las ocho semanas de edad. También una forma de reducir costes.
“Tengo entendido que en un sitio de anuncios clasificados se pide el chip y el número de pasaporte de la madre. Pero aquí es como impedir que un bebé salga de casa porque no está vacunado. ¡No es lógico!”, exaspera el friburgués. Si bien anibis.ch y tutti.ch reciben pocas o ninguna queja de los propietarios, según Amicus, muchos de ellos se quejan de esta restricción. Por su parte, la principal preocupación es la banca en sitios extranjeros. Por el momento no resulta fructífero.
En Suiza, todos los propietarios de perros deben acudir a su municipio de residencia para registrarse en Amicus. Esta base de datos nacional, creada en 2016, permite detectar las importaciones ilegales de perros demasiado jóvenes o enfermos y garantizar una mejor trazabilidad de los perritos. Una vez que el animal tiene el microchip, el veterinario registra al perro utilizando el número de identificación personal del propietario. También deben anunciarse los cambios de propiedad.