Las incertidumbres electorales alimentan el riesgo político. A medida que la lucha de la Reserva Federal contra la inflación llega a su fin, los mercados están atentos a los indicadores.
El S&P 500 cayó un 0,1% (en términos de dólares) la semana pasada debido a que los principales fabricantes de semiconductores sufrieron una toma de ganancias. En cambio, el índice Russell 2000 de pequeña capitalización subió un 1,3% (en dólares), a pesar del aumento de los rendimientos soberanos.
Durante todo el segundo trimestre, el S&P 500 ganó un 4,3% y el Nasdaq un 8,5% (en dólares), mientras que el Russell 2000 perdió un 3,3%. Impactado por las elecciones francesas, el Stoxx Europe 600 subió sólo un 1,5% (en euros), mientras que el CAC 40 cayó un 2% (en euros) para registrar su peor rendimiento trimestral en dos años.
Los rendimientos de los bonos europeos aumentaron y el diferencial de la deuda francesa sobre los Bunds se amplió ligeramente, y los inversores adoptaron una actitud de esperar y ver qué pasaba. Sin embargo, los diferenciales de crédito europeos se han reducido, incluso si la prima de riesgo de los emisores franceses sigue siendo más alta que hace un mes. En el mercado de divisas, el yen se debilitó aún más frente al dólar, alcanzando momentáneamente su nivel más bajo desde 1986. Por último, el oro incrementó ligeramente las ganancias acumuladas durante el segundo trimestre.
