Las remesas de Marruecos alcanzaron los 11.800 millones de dólares en 2023, un aumento del 5,2%, según datos compartidos por la edición de junio de Migration and Development Brief, publicado por el Banco Mundial. Estas cifras convierten al Reino del Norte de África en el segundo mayor receptor de remesas en la región MENA, después de Egipto.
“Los flujos de remesas al país han superado sistemáticamente los flujos de IED (inversión extranjera directa) y han sido una parte vital de la economía marroquí, representando el 8,2% del PIB del país”, afirmó el Banco Mundial en su informe.
Durante el año 2023, el ritmo de remesas de los marroquíes residentes en el extranjero “se mantuvo fuerte”, especialmente después del trágico terremoto ocurrido en septiembre de 2023, en el corazón de las montañas del Alto Atlas, que mató a miles de personas.
“Esto es consistente con los hallazgos de estudios que demuestran la naturaleza anticíclica de los flujos de remesas, que tienden a aumentar después de desastres naturales en los países de origen de los migrantes”, explica el informe.
Las remesas en la región MENA se verán afectadas en 2023
En cuanto a las remesas a Oriente Medio y el Norte de África en general, el informe destacó que en 2023, las remesas disminuyeron un 15% hasta 55.000 millones de dólares, frente al 3,2% en comparación con 2022, debido principalmente a una fuerte disminución de las entradas a Egipto. En 2024, se espera que las remesas a la región MENA se recuperen un 4,3%.
Las previsiones del Banco Mundial apuntan a que “las remesas a Oriente Medio y el Norte de África se verán afectadas por la difícil situación que afrontan los países importadores de petróleo de la región, como Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos y Túnez”. Por otro lado, los exportadores de petróleo de la región, como Irak y Argelia, “se beneficiarán del aumento de los precios de los hidrocarburos”, se lee en el informe.
A nivel mundial, aunque las remesas a países de ingresos bajos y medios aumentaron drásticamente en 2021-2022, disminuyeron en 2023 a un estimado de 656 mil millones de dólares.
La modesta tasa de crecimiento del 0,7% de las remesas refleja amplias variaciones entre regiones, pero siguieron siendo una fuente importante de financiación externa para los países en desarrollo en 2023, respaldando las cuentas corrientes de muchos países inseguros y endeudados. En 2023, las remesas superarán la inversión extranjera directa (IED) y la asistencia oficial para el desarrollo.
Se espera que las remesas a los países de ingresos bajos y medios crezcan a un ritmo más rápido del 2,3% en 2024, aunque este crecimiento será desigual entre regiones.
