El domingo, más de las tres cuartas partes de los vuelos de la aerolínea WestJet fueron cancelados, mientras una huelga sorpresa de sus mecánicos entraba en su tercer día, en pleno fin de semana de mayor actividad de la temporada.
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En total, FlightAware, una herramienta de seguimiento de aerolíneas, estima que la segunda aerolínea más grande de Canadá ha cancelado casi 700 vuelos desde el jueves, lo que afecta a decenas de miles de viajeros en todo el país e internacionalmente.
Los aproximadamente 680 mecánicos, cuyas inspecciones y reparaciones diarias son esenciales para las operaciones de las aerolíneas, se declararon en huelga el viernes por la noche, sin lograr llegar a un acuerdo sobre sus salarios y condiciones laborales.
“Cada cancelación de vuelo que nos vemos obligados a realizar representa a cientos de clientes, que se ven afectados por las acciones imprudentes y continuas de este sindicato”, dijo el sábado por la noche el presidente de WestJet, Diederik Pen.
La compañía calcula que se verá obligada a reducir su flota operativa a 30 aviones el domingo por la tarde, frente a los casi 200 habituales.
Las negociaciones entre las dos partes continuaron el sábado por la noche con la ayuda de un árbitro, sin éxito. Deben reanudarse el domingo.
El jueves, la amenaza de una acción colectiva parecía haberse evitado tras la intervención del gobierno federal que ordenó un arbitraje vinculante para resolver el conflicto contractual.
Pero manteniendo que la decisión no prohibía el movimiento huelguístico, el sindicato de mecánicos decidió seguir adelante el viernes por la noche, subrayando que “la negativa de la aerolínea a negociar hizo que la huelga fuera inevitable”.
A principios de mes se emitió un aviso de huelga después de que los mecánicos rechazaran un acuerdo de principio.
