Un compuesto químico de la familia de las PFAS, el ácido trifluoroacético (TFA), ha sido detectado en aguas subterráneas y potables en Suiza, según revelan los últimos análisis de la Oficina Federal de Medio Ambiente (FOEN). Una observación alarmante puesta de relieve por la investigación de On en Parle.
Es la primera vez que la OFEV analiza la presencia de AGT en las aguas subterráneas y la observación es clara: esta molécula, el ácido trifluoroacético, está presente en todo el territorio, particularmente en las llanuras y en las zonas urbanas. Como resultado de la degradación de pesticidas y gases refrigerantes, el TFA recibe el sobrenombre de “contaminante eterno” debido a su extrema persistencia.
La presencia de este compuesto químico preocupa a muchas ONG ecologistas. Sus efectos en los humanos aún no son bien conocidos, pero estudios científicos demuestran que, en los animales, esta sustancia es tóxica para el hígado y puede provocar riesgos reproductivos.
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“Bomba de tiempo”
En Suiza no existe ninguna base legal que prohíba el uso de esta molécula. Además, actualmente no existe ninguna solución para filtrar los TFA del agua potable. Su tamaño microscópico hace que sea imposible eliminarlo con los sistemas de filtración convencionales, como explicó la FOEN, que no quiso responder a las preguntas de la RTS.
Para la consejera nacional Delphine Klopfenstein-Broggini (Verdes/GE), este mapeo debe servir como una descarga eléctrica. “Es una bomba de tiempo. Debemos tomarnos esta cuestión muy en serio. Esto significa adaptar nuestras leyes para limitar al máximo el uso de estos productos. Todos los sectores deben hacer un esfuerzo, pero para ello necesitamos el apoyo de la Confederación”, declaró el martes en La Matinale.
Pide actuar en origen reduciendo la producción de TFA y otras PFAS. Si bien serán necesarias medidas sanitarias, la prioridad, según ella, es evitar que estas sustancias entren al medio ambiente.
Camille Lanci/HKR
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