Ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI, 2003-2006) y ex gobernador del banco central indio (2013-2016), Raghuram Rajan es uno de los pocos economistas que anticipó la crisis financiera de 2008. Profesor de la escuela de negocios de la India. de la Universidad de Chicago, cree que los países occidentales que quieren proteger sus industrias sobreestiman el impacto sobre el empleo y aboga por que los países endeudados no paguen sus pagos. en lugar de sacrificar sus gastos de educación y salud.
¿Cómo explica la victoria de Donald Trump?
Durante los últimos veinte años en los países desarrollados se ha producido una gran destrucción de empleo, en particular empleos de ingresos medios que podrían ser ocupados por personas sin calificaciones. Estas destrucciones han generado un sentimiento de frustración, alimentado también por una precariedad creciente. Esta ansiedad se ve amplificada por la velocidad del cambio tecnológico. Son las máquinas o los ordenadores los que sustituyen a los humanos en las tareas rutinarias, ya sea en una línea de montaje o en una oficina. Sin embargo, es mucho más fácil señalar con el dedo a la fábrica que se traslada al extranjero.
Esta fetichización de la manufactura es exagerada. En primer lugar, porque los puestos de trabajo que han desaparecido de los países desarrollados no van a volver y, en segundo lugar, porque la industria está creando muchos menos puestos de trabajo que antes. Ahora es intensivo en capital y ya no en trabajo.
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Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, ¿deberíamos prepararnos para nuevas guerras comerciales?
Hay países con los que el chantaje arancelario sirve como palanca de negociación, cuando Donald Trump, por ejemplo, amenaza a México con aranceles aduaneros si no mejora su lucha contra el narcotráfico, y muchas veces se queda ahí. El caso de China es diferente y responde a dos lógicas. Entre los asesores de Trump, hay quienes creen que el aumento de los aranceles aduaneros creará empleos en Estados Unidos. Pero también hay quienes quieren contener la expansión de China. Todo esto me lleva a creer que Washington tomará medidas contra Beijing. Y si las exportaciones chinas caen significativamente, esto también provocará una caída de su demanda, lo que plantea un problema para el resto del mundo.
Las marcas de lujo sufrirán las consecuencias, por ejemplo, pero también los países en desarrollo que venden sus materias primas a China. Y esta vez, Washington no permitirá que las importaciones chinas pasen por otros países como México o Vietnam. Además, Trump amenazó con imponer aranceles aduaneros del 100% a los vehículos eléctricos ensamblados por el fabricante chino BYD en México. Las próximas guerras comerciales lideradas por Trump serán cada vez más indiscriminadas, ya no diferenciarán a China de otros países y, por tanto, serán mucho más graves.
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